En el siglo XIX emprender un largo viaje por mar conlleva peligros considerables. Mientras que su inicio es siempre vivido con una mezcla de angustia, miedo y felicidad, el regreso supone haber sobrevivido al hambre, la enfermedad y la muerte. A partir de un conjunto de relatos franceses de viaje del siglo XIX nos proponemos analizar las diferentes maneras de relatar dos momentos clave del viaje: el inicio y el regreso. Podremos constatar que algunos autores optan por aportar detalles de las circunstancias e informaciones personales y otros se limitan a ofrecer unas rápidas referencias poniendo, así, de manifiesto su forma de entender la escritura del viaje