This paper analyzes two objectives. The first one is to ascertain whether the discounting notes receivable must be considered as a real loan, or they should only be disclosed in the notes accompanying the financial statements, deeming them as a contingent liability. The first accounting procedure is followed by Spanish accounting standards since 1991. The second one is in line with the recognition and measurement criteria proposed by the IFRS, and stood in line for much of the legal doctrine and accounting rules, as, i.e., the FAS Statements 77 and 140. The second aim is to discuss the impact of the choice of either alternative on the analysis of financial statements in three major areas: financial, economic and heritage. Accordingly, it illustrates how the discounting notes receivable consideration by the Spanish accounting rules results in distorting effects on the financial statement analysis, exacerbating the perception of the analyst on the financial position of the entity. This causes serious damage to the companies that make use of this tool in raising finance for accounts receivable, since that undermine their ability to access other sources of bank financing.En este trabajo se plantean dos objetivos. En primer lugar, discernir si las deudas por efectos descontados deben aparecer en balance, por su consideración de pasivo, o bien en la memoria, con la consideración de pasivo contingente. El primero de los criterios contables apuntados es seguido por la normativa contable española desde 1990. El segundo de ellos resulta acorde con los criterios de reconocimiento y valoración propuestos por las NIIF, y se sitúa en la línea de buena parte de la doctrina jurídico-contable, entre otras, las SFAS 77 y 140 norteamericanas. En segundo lugar, analizar la repercusión de la elección de una u otra alternativa sobre el análisis de estados financieros en sus tres vertientes principales: financiera, económica y patrimonial. En consecuencia, se ilustra cómo el tratamiento contable del descuento bancario por parte de los PGC españoles de 1990 y 2007 provoca efectos distorsionadores en el análisis de balances, empeorando la percepción del analista respecto de la situación económico-financiera de la entidad. Este hecho provoca un grave perjuicio a las compañías que hacen uso de esta herramienta de movilización financiera de cuentas a cobrar, toda vez que merman su capacidad de acceso a otras fuentes de financiación bancaria