Son muchas las formas en que el virus del Covid-19 que nos asola pone a la sociedad ante un espejo. Una de ellas es la de la educación. Desde que se declaró el Estado de Alarma en España, el 14 de marzo de 2020, los centros escolares cerraron sus puertas, el profesorado pasó a teletrabajar y el alumnado quedó confinado en sus casas. En pocos días se había orquestado un sistema alternativo de aprendizaje a distancia, sin precedentes similares nunca vistos, y muy estrechamente apoyado en la autogestión y la autorregulación