30 research outputs found

    China's foreign aid political drivers: lessons from a novel dataset of mask diplomacy in Latin America during the COVID-19 pandemic

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    This study investigates a novel dataset comprised of a universe of 537 donations in 33 countries in Latin America and the Caribbean, between 11 February and 20 June 2020, which provides a high level of detail on China’s and Taiwan’s mask diplomacy. We describe who the main donors were, who the main recipients were, what was donated to each country, and which variables explain why some countries received more aid than others. Drawing on previous literature, the article advances understanding about the political determinants of these donations. Our findings revealed that, although seemingly uncoordinated, donations made by China's central government, Chinese companies, cities, and foundations were strongly affected by two political determinants, namely the recipient's partnership status with China and the One China Policy. Furthermore, aid provided by China's Central Government was larger in autocracies than in democracies

    Los factores internacionales y la institucionalización de los sistemas de partidos: reflexiones a través de los casos de Corea del Sur, Japón y Taiwán

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    Este artículo se enmarca en la literatura que busca comprender los factores que explican los niveles de institucionalización de los sistemas de partidos. El punto de partida de esta reflexión es que, si se analizan las tres democracias consolidadas de Asia Oriental, Japón, Corea del Sur y Taiwán, se puede observar que el nivel de institucionalización de los sistemas de partidos podría depender de una variable poco mencionada en la literatura: los factores internacionales. En este sentido, este artículo busca en primer lugar plasmar la discusión sobre qué factores afectan la institucionalización de los sistemas de partidos y ahondar en aquellos trabajos que mencionan la variable internacional. Posteriormente, se utilizan tres casos asiáticos para proponer una reflexión e hipótesis sobre cómo los factores internacionales nos podrían permitir comprender los niveles de institucionalización que han tenido estos sistemas de partidos en su período democrático

    Señal de alerta para América Latina

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    La realidad latinoamericana aparece, en este mes de agosto, con conflictos que recuerdan las épocas negras del continente. La difícil salida a un golpe de Estado en Honduras que lleva alrededor de cincuenta días, la conformación de un bloque “bolivariano” cada vez más radical liderado por el presidente venezolano Hugo Chavéz y el establecimiento de bases norteamericanas en territorio colombiano para la lucha contra el narcotráfico son situaciones que deben ser seguidas con atención. A esta realidad continental se le suma un nuevo brote “guerrillero” en territorio peruano. El grupo de inspiración maoísta Sendero Luminoso, que se funda en la década del 60 como un brazo armado del Partido Comunista, dio su primer golpe en mayo de 1980. A través de ataques armados y coches bomba sacudieron al país durante quince años, dando muerte a alrededor de 70.000 personas según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación peruana. El grupo que tuvo como objetivo lograr una república popular e instaurar un régimen comunista campesino sufrió la detención de su líder y jefe histórico, Abimael Guzmán, en septiembre de 1992. Sin lugar a dudas este grupo que optó por la lucha armada, en un momento de transición democrática, no contó con el apoyo de la población y su influencia comenzó a decaer hasta que su luz pareció apagarse. A fines de la década del noventa grupos minoritarios, que se establecieron en la zona del valle de los ríos Apurímac y Ene, continuaron con operaciones violentas pidiendo amnistía para líderes senderistas. A pesar de ello, se estima que el número de rebeldes que no entregaron las armas, luego de que Guzmán declarará el fin de la revolución, es de alrededor de cien combatientes. Su último gran golpe había sido en octubre del año pasado cuando atentaron contra un convoy militar. Desde ese momento fueron pocas las noticias que se difundieron de los “revolucionarios”.Sin embargo, en los primeros días de agosto se produjo un ataque atribuido a Sendero Luminoso contra una base de la Dirección de Operaciones Especiales de la policía, en el departamento de Ayacucho, zona selvática al sureste de territorio peruano. Según informaron fuentes policiales un grupo de cincuenta insurgentes emprendió un ataque con explosivos y armas ligeras contra la base de las fuerzas especiales instalada en dicho lugar para combatir el narcotráfico. La ofensiva que, causó cinco muertes (tres policías y dos civiles), muestra a las claras que a pesar de que no haya tenido mucha prensa, el remanente de la guerrilla y su alianza con los grupos de narcotraficantes es un tema que debe ser seguido muy de cerca.Muchas son las opiniones que se han oído desde tierras peruanas sobre este episodio; el ministro del Interior Octavio Salazar afirmó que la presencia de estos terroristas es una gran amenaza para el país, principalmente por su gran alianza con el narcotráfico, a la que denominan el narcoterrorismo. Mientras tanto, el presidente Alain García propuso un trabajo paciente para erradicar la violencia de estos grupos, bajando el perfil al remarcar que los mismos no constituyen una amenaza para la democracia peruana y que “no configuran ni la décima parte de lo que vivió el país en la década de los 80”. En oposición a ello, el  líder nacionalista Ollanta Humala advirtió la posibilidad de una guerra interna en caso de que el gobierno no reestructure las acciones para acabar con los remanentes de la guerrilla.Todo parece indicar que este grupo derrotado por el gobierno del actualmente condenado Alberto Fujimori no posee la misma fuerza ni el contenido ideológico de quienes hoy golpean nuevamente los territorios peruanos. Sin embargo, las acciones conjuntas con los grupos narcotraficantes tratan de debilitar la acción y el poder policial en la zona selvática. El proyecto político de alcanzar el poder a través de una revolución armada es historia pero la alianza con los narcotraficantes parece recién comenzar. En épocas donde Colombia es duramente cuestionada por la llegada de tropas norteamericanas para combatir e investigar al narcotráfico, sería bueno que el gobierno peruano le pusiera rápidamente un freno a estos brotes de insurgencia antes de perder el control y tener que acudir a fuerzas extranjeras. La existencia de un golpe de Estado en Honduras, la propuesta de insertar tropas norteamericanas en Colombia, los brotes guerrilleros en Perú y una cantidad de gobiernos que distan de ser democráticos, debe prender una señal de alerta en los gobiernos “serios” que aún quedan en el continente, de manera evitar aquellas épocas negras.  * Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. FACS. Universidad ORT - Urugua

    El presidencialismo latinoamericano

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    Sobre finales de este año y durante todo el 2010 muchos de los países sudamericanos estarán renovando sus principales gobernantes. En lo que resta del 2009, los partidos oficialistas de Uruguay, Bolivia y Chile deberán enfrentarse ante las urnas. El único de ellos en el que el presidente buscará una reelección, fruto de una reforma constitucional, es Evo Morales, líder del partido “MAS” (Movimiento al Socialismo). En Uruguay, la fórmula Mujica-Astori intentará lograr un segundo gobierno del Frente Amplio, mientras que la Concertación chilena, liderada por Eduardo Frei, deberá dar vuelta las encuestas que dan como probable su derrota frente al derechista Sebastián Piñera. Para el próximo año, dos grandes países del subcontinente tendrán elecciones presidenciales: Brasil y Colombia. Ambos países poseen características en común en relación a las futuras elecciones. Los dos mandatarios tienen altos niveles de popularidad, que se podrían catalogar de históricos, además coinciden en que ambos finalizan su segundo mandato consecutivo. La única diferencia, hasta el momento, radica en que el presidente colombiano Uribe se podrá volver a presentar y obtener un tercer mandato; Lula no.Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones brasileras de octubre de 2002 con un 61% de los sufragios. Llegó al gobierno siendo reconocido como un dirigente sindical y un obrero de la metalúrgica sin diplomas universitarios. Pese a los malos augurios previos a su asunción y el temor que tuvieron los empresarios, principalmente en Sao Pablo, Lula llevó adelante un gran gobierno. Sin lugar a dudas, sus planes sociales y el hecho de sacar a millones de brasileros de la pobreza (a través del plan Bolsa Familia) será un icono por el cual será recordado. Finalizó su primer mandato luego de haber aplicado una estrategia económica creíble y una política exterior que depositó a Brasil entre los grandes del mundo. En 2006, una cifra superior a 55 millones de personas lo votó en  segunda vuelta y le permitió ser, nuevamente, el presidente de los brasileros. Con un cambio de votantes, adquiriendo sufragios de los estratos más bajos y perdiendo confianza en las clases altas, Lula logró conservar el poder pero sólo podrá ostentarlo hasta fines de 2010. El famoso partido del mandatario (Partido dos Trabalhadores) no las tiene fácil para ganar las próximas elecciones. La candidata de Lula, Dilma Rousseff, no posee hasta el momento, gran popularidad. Las encuestas de opinión pública sitúan a José Serra a la cabeza y no sería de extrañar que el PSDB, partido del ex presidente Fernando Enrique Cardoso, obtuviera una victoria. Sería increíble que un gobernante con niveles históricos de popularidad como Lula no pueda dejar a su partido en el gobierno, sin embargo éstas son las reglas de la democracia.Álvaro Uribe, ex integrante del Partido Liberal de Colombia, accedió al poder en la primera vuelta de las elecciones de 2002 con el 53% de los votos. El mismo día de su asunción, un golpe de las FARC (a escasos metros de donde se celebraba el traspaso) marcaba la pauta de lo que serían los futuros cinco años de su gobierno: una lucha firme frente a la guerrilla con más poder en América del Sur. Sin lugar a dudas los números avalan las políticas de seguridad nacional y fortalecimiento democrático que llevó a cabo el mandatario colombiano. El apego a los Estados Unidos, de la mano del famoso Plan Colombia, fue otra de las características de su gobierno, que mantuvo una política económica liberal y sin grandes espacios para las políticas sociales. A diferencia de Brasil, Uribe debió promover una reforma constitucional para poder presentarse nuevamente como candidato, siendo una votación parlamentaria muy recordada debido a que existieron cambios a último momento en el apoyo de algunos representantes. La victoria con un 62% de los votos (la votación más alta en la historia de Colombia) marca un hito en las elecciones sudamericanas; sin embargo, también debemos destacar que participó un 45% de la población habilitada. El segundo gobierno de Uribe también ha tenido como centro a las FARC y el combate al narcotráfico. Ha sido un gobierno típicamente conservador y de derecha, si consideramos el ajuste de gastos, la defensa de los valores familiares, las privatizaciones y otras políticas implementadas. Sus choques con su vecino Hugo Chávez y la decisión de “prestarle” ciertas bases militares a tropas norteamericanas muestran a las claras su orientación en política exterior. En mayo de 2010 se celebrarán las elecciones presidenciales. Allí los principales partidos (Partido Liberal, Conservador y el Polo Democrático Alternativo) disputarán el futuro gobernante. La novedad es que en los últimos días se ha promulgado una ley que permite convocar a un referéndum para preguntarle a la población si autoriza un tercer mandato consecutivo. Debido a los grandes números de popularidad que posee, es el propio presidente Uribe quién decidirá si vuelve o no a ser presidente. La reelección no es nueva en Latinoamérica. Los gobiernos populistas de mediados de siglo XX, como los de Vargas en Brasil, Perón en Argentina y Cárdenas en México, son algunos ejemplos de mandatarios que se han perpetuado en el poder. Muchos académicos han señalado un cierto paralelismo entre aquellos gobiernos con los actuales de izquierda radical que sin lugar a dudas, rozan el autoritarismo. Más cercano en el tiempo tenemos el ejemplo de Menem y el tan cuestionado Alberto Fujimori en Perú. Por lo tanto,  el tema de la reelección y el fuerte personalismo de los mandatarios es una cuestión de debate permanente y que debe ser analizado de forma profunda. Hay ciertos hechos que debemos remarcar y que atañen a los últimos años de la política latinoamericana. Se puede apreciar que ciertos mandatarios han obtenido un gran apoyo a sus políticas pero no han encontrado que ese apego se traslade hacia su “delfín”. Por lo tanto, antes de dejar el gobierno en manos de sus contrincantes han preferido modificar las reglas y aspirar a la reelección. Esto muestra a las claras el afianzamiento del presidencialismo, patrimonio característico, desde hace más de un siglo, de América Latina. A su vez, también deja entrever el poco peso que los partidos políticos están teniendo y lo poco que se asocia los logros de un gobierno con la fuerza partidaria.Uribe tendrá, en pocos días, que tomar una decisión que traerá grandes repercusiones y que podrá cambiar la historia de nuestro subcontinente. En el caso de no aceptar una nueva candidatura, teniendo la plena certeza de que si se presenta obtendrá una victoria (en la última encuesta obtiene un 55% de los votos), será un gran ejemplo para los Chávez, Morales, Correa y otros. En cambio, si aspira a un tercer mandato ingresaría en una lista grande de mandatarios que han ido modificando las reglas de juego para poder seguir en el sillón presidencial, lo que verdaderamente sería una lástima para los que creemos en la alternancia del poder como uno de los aspectos claves de la democracia. * Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. FACS. Universidad ORT - Urugua

    Contrarreloj

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    La decisión de adelantar para el 28 de Junio las elecciones legislativas previstas para finales de octubre fue la primera de una serie de iniciativas polémicas que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha propuesto en estos últimos tiempos. Aludiendo a la impactante crisis que azotó al mundo, la mandataria, con el claro objetivo de evitar que las consecuencias económicas influyan en las opiniones de los votantes, propuso en marzo de este año adelantar la renovación del Poder Legislativo.Los comicios, que renovaban un tercio del Senado y la mitad de los escaños en la Cámara de Diputados, le dieron un duro golpe al oficialismo. El objetivo de no perder votantes, fruto de las posibles consecuencias de la crisis financiera internacional, parece no haberse cumplido. Las elecciones ponían a prueba y de cierta forma plebiscitaban un gobierno que no gozaba de una gran popularidad.  El “Frente para la Victoria” no logró consolidar mayorías en el Congreso, teniendo un duro desafío de gobernabilidad para el tiempo que resta hasta la nueva elección presidencial en 2011. Con un nuevo Congreso electo pero que no entrará en funciones hasta diciembre, los Kirchner corren una carrera contrarreloj para poder consolidar su estadía en el poder.Ley de MediosLuego de los resultados electorales el oficialismo presentó dos proyectos de un peso importante para el futuro democrático y liberal del país. La primera iniciativa fue el proyecto para modificar la ley 22.285 sancionada durante el régimen de facto y que, según el oficialismo, favorecía la concentración en pocas manos de los medios audiovisuales. En los primeros días de octubre el oficialismo abrochaba una gran victoria al ser aprobada en el Senado, con 44 votos a favor, la nueva "Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual". La misma posee como principales objetivos, según lo que se expresó desde Presidencia, desmonopolizar el mercado y adecuar la legislación a las nuevas tecnologías. Esta nueva norma dividió el espacio radioeléctrico en tres segmentos claramente distinguibles como lo son: el Estado, el sector privado y organizaciones sin fines de lucro con la finalidad de brindar una mayor pluralidad de voces.Una de las principales características de esta reforma fue el establecimiento de un límite en la cantidad de licencias de radio o de televisión que una misma empresa pueda poseer. Además, la participación del Estado crecería a través de su intervención dentro de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación, al tener miembros designados directamente por el Poder Ejecutivo. Este organismo es el encargado de otorgar licencias o declararlas caducas, así como de sancionar en el caso de que existan violaciones a las normas. Quizás no todas las novedades de esta ley sean aspectos controversiales ya que se pueden observar iniciativas destacables como ser el establecimiento de pautas mínimas de producción nacional.Reforma políticaEl miércoles pasado la mandataria presentó, con la ausencia de la oposición, un proyecto de ley de reforma política; la misma se envió al Congreso para su discusión buscando apresurar su aprobación antes del recambio legislativo. La iniciativa del oficialismo propone un nuevo sistema de elecciones incluyendo comicios primarios con carácter obligatorio para los partidos, con el objetivo de darle mayor participación a la ciudadanía en la elección de los futuros candidatos a cargos nacionales. A este proceso le denominaron “democratización de los partidos”. De dicha manera los Kirchner buscan consolidar un sistema de partidos fuertes y asemejarse al sistema uruguayo al que catalogaron como “fantástico”.Otro punto medular de la reforma es lo referente al financiamiento de los partidos políticos. Según el proyecto presentado el Estado sería el encargado de otorgar distintos espacios para publicidad, ya sea en radio o en televisión. El objetivo, según las propias palabras de la presidenta, es garantizar la igualdad en los espacios audiovisuales para todos los partidos políticos,  algo similar a lo que ocurre en Chile. De esta manera se prohibirá el financiamiento privado, lo que la oposición observa como un intento de frenar a Francisco de  Narváez, quien se apoyó en una gran campaña mediática en las elecciones anteriores. Se suman a estas dos grandes piezas de la reforma aspectos como la creación de un único padrón electoral y la prohibición de la participación en las elecciones generales a aquellos partidos que no logren una mínima participación de 3% en las primarias. La propuesta se pondría en práctica a partir de las elecciones presidenciales del 2011, cuando Néstor Kirchner seguramente buscará volver a la presidencia.Detrás de las reformas: prensa y eleccionesSin lugar a dudas detrás de ambas reformas se esconden dos grandes temas de la coyuntura política actual de Argentina: la relación que enfrenta al Grupo Clarín con el gobierno y la futura candidatura de Néstor Kirchner. A su vez ambas reformas tocan de cerca dos aspectos fundamentales para un buen funcionamiento de la democracia: la libertad de expresión y la celebración de elecciones limpias. Si bien se puede entender que en ambos casos las reformas son necesarias, ya que se debía sustituir una ley que fue promulgada durante la época dictatorial o corregir un sistema electoral al que la mayoría de politólogos argentinos cataloga como caótico, debemos entender qué aspectos hay detrás de las mismas. El apuro por aprobar temas tan delicados, que necesitan de un consenso por parte de todos los partidos políticos, sólo se puede concebir por el inminente recambio legislativo previsto para el 10 de diciembre.La búsqueda de cambios en las reglas de juego electorales y los roces con la prensa parecen alejar a los Kirchner de la democracia, a pesar de que Cristina Fernández no se cansa de repetir que sus reformas son para “democratizar los partidos políticos” y “democratizar la comunicación argentina”. Quizás deberíamos preguntarle qué concepto tiene de democracia. Lo que queda claro es que si alguna vez se ubicó a los Kirchner en el medio de Lula y Chávez, con los últimos sucesos, los K parecen haber elegido imitar el camino venezolano, siendo este el más peligroso para el Mercosur y para América Latina. * Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. FACS. Universidad ORT - Urugua

    La importancia de los factores internacionales en la institucionalización de los sistemas de partidos : los casos de Japón, Corea del Sur y Taiwán

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    Esta tesis se enmarca dentro de los estudios que intentan determinar cuáles son los factores que explican la institucionalización de los sistemas de partidos. El análisis en profundidad y la comparación de tres casos de Asia Oriental permiten poner de manifiesto que el nivel de institucionalización de los sistemas de partidos puede depender en medida significativa de una variable poco frecuentada en la literatura especializada: los factores internacionales. Más específicamente, la investigación se plantea dos grandes objetivos. El primero es testear las hipótesis existentes en la literatura para los tres casos de estudio: Japón, Corea del Sur y Taiwán, de modo de comprender si estas explicaciones ayudan a entender el nivel de institucionalización de los sistemas de partidos de estas democracias desarrolladas. El segundo objetivo es proponer un modelo explicativo, a través de los factores internacionales, que nos permitan comprender los niveles de institucionalización que estos sistemas de partidos han tenido. El argumento de la investigación es que el clivaje político con respecto a la orientación de política externa puede generar que los partidos políticos se conformen en dos alternativas diferenciadas provocando una estructura estable

    LA CAUSA DE LOS UIGURES

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    La causa uigur es uno de los tantos conflictos internos que aquejan a la China. Los uigures son una de las más de cincuenta etnias reconocidas en el país. De religión musulmana y origen turco, son casi nueve millones de personas que habitan en la región de Xinjiang, al oeste del gigante asiático. Rodeada por una cadena montañosa y por el desierto de Taklamakan, Xinjiang es una de las provincias chinas de mayor extensión y en ella coexisten, principalmente, dos culturas y no siempre de forma armoniosa.Los uigures, culturalmente próximos al Asia Central, religiosamente son seguidores de la rama sunní del Islam. Durante décadas fueron mayoría en la región, representando más de un 50% de los habitantes pero, en los últimos tiempos, se han visto invadidos, por no decir “copados” por una instalación masiva de la etnia “han”, mayoritaria en China. Apoyado en este proceso de “recolonización” de la región por los han, Beijing está dominando este conflicto a través de una triple estrategia. Utiliza abiertamente la fuerza cuando es necesario, ejerce un “soft power” mediante cierto impulso al progreso económico y, al mismo tiempo, desarrolla la seguridad regional. Esta combinación de políticas tiene como resultado un serio cuestionamiento de la identidad de esa etnia y del cada vez más lejano sueño secesionista uigur.La represión constante y los disturbios de 2009El Islam, los deseos independentistas y la lucha armada forman un triángulo de políticas que no es soportable para Beijing, por lo que todo reclamo exacerbado de la población uigur es reprimido con dureza por el gobierno. Las protestas ocurridas en la ciudad de Gulja en 1997, que terminaron con la muerte de muchos manifestantes, motivaron políticas más duras. Actualmente los uigures se encuentran molestos por la imposición de la cultura marcada por el Partido Comunista y el sometimiento de su pueblo. La mayoría de la etnia uigur lucha por el respeto a sus valores culturales a través de medios pacíficos pero los desórdenes pueden ocurrir en cualquier momento. Pero las manifestaciones, del tipo que sean, son frenadas de forma sistemática por Pekín que, como se sabe no tiene escrúpulos en vulnerar los Derechos Humanos de esta u otras poblaciones (v.g. Tibet)En julio de 2009 en Urumqi, capital de Xinjiang, se produjo una de las mayores represiones a los uigures de los últimos tiempos. Una manifestación pacífica motivó el enfrentamiento entre las poblaciones. Los chinos han, armados con palos, salieron a las calles para enfrentarse a los uigures y el ejército cerró la ciudad. Los chinos intentaron ingresar a las mezquitas acusando a los uigures de querer modificar su cultura. Los enfrentamientos de aquel año fueron los más violentos en China desde los ocurridos en la Plaza Tiananmen en 1989.Se estima, aunque es difícil de comprobar las cifras, que murieron más de 200 personas y fueron heridas alrededor de 1800. Por fuera de estos números están las confiscaciones, secuestros, detenciones masivas y ejecuciones que el ejército llevó a cabo sin control de nadie. En aquel entonces, Human Rights Watch denunció desapariciones y el cierre de los ingresos a la ciudad.El gobierno chino justifica la violencia utilizada por una supuesta “amenaza terrorista”. Aunque sean una muy pequeña minoría, los uigures que toman el camino del extremismo parecería que efectivamente existen. En 2011, China logró que Naciones Unidas incluyese al Movimiento Islámico de Turkestán Oriental en la lista de grupos terroristas. Lo que supone un intento de señalar un posible relacionamiento con los talibanes, Al Qaeda, agrupaciones chechenas, etc. La cercanía de la región con Pakistán y Afganistán, supone, efectivamente, la posible llegada de influencias islamistas fundamentalistas.El “poder suave”: la economíaEl escaso desarrollo económico de la región fue visto por el Partido Comunista como una de las causas que puede provocar el crecimiento del sentimiento independentista. Más que simplistamente consideraron las autoridades chinas que una buena estrategia para combatir la secesión era reducir las diferencias entre las provincias alejadas y el resto del país. La gran inversión económica denota que hay muchos objetivos en juego; el principal radica en que Xinjiang es la puerta de entrada al corredor centro-asiático. La construcción permanente y la llegada del tren de alta velocidad implican una apuesta de China para crear una nueva Shangai al oeste de la nación.Reeditando la histórica “ruta de la seda”, que unía Xian con Constantinopla, China busca formar en Xinjiang un centro logístico que conecte las regiones centrales y costeras con Asia Central. Las relaciones comerciales entre China y sus vecinos del “hinterland” han crecido mucho en el último tiempo. La explotación de materias primas en la región es creciente lo que ha disparado la demanda interna de energía. Xinjiang debe ser un territorio seguro: existen proyectos relacionados con las enormes reservas de petróleo, gas natural, carbón y uranio allí presentes. Dos claros ejemplos son el oleoducto de 3.000 km entre China y Kazajstán y el gasoducto de 7.000 km que va desde Turkmenistán hasta Shangai, pasando por Uzbekistán y Kazajstán.Horgos, ciudad fronteriza con Kazajstán, fue declarada Zona Económica Especial al igual que Kashgar, otra localidad de la zona. El objetivo del gobierno chino es atraer inversión extranjera gracias a las facilidades brindadas. Las obras de infraestructura son desarrolladas en forma constante atrayendo población de distintas provincias chinas que arriban, se instalan y generan tensiones con los uigures autóctonos. Los han ya son mayoría en las urbes, relegando a los uigures a zonas más despobladas, principalmente al sur del desierto. Los inmigrantes se ubican en las ciudades del norte, en donde se destaca la construcción constante de bancos y centros comerciales. Nicolás de Pedro1, especialista en temas de Asia Central, aduce que la principal causa del malestar de los uigures es la inmigración.En Xinjiang se ha llevado a cabo un proceso de transformación social que se ha dado en llamar2 la “hanificación”: una oleada de colonización de la etnia han, de crecimiento de la cultura china y de expansión del idioma mandarín. Estos procesos generan un fuerte resentimiento en la población uigur.El control de la diásporaLa represión y el empleo de una estrategia de desarrollo económico en la zona no es suficiente para controlar las tensiones de lo que hemos llamado “la causa uigur”. Para China sería difícil mantener la calma en Xinjiang sin la cooperación de los países de Asia Central y sin aplastar, al mismo tiempo, a la diáspora uigur. A través de organizaciones y tratados bi y multilaterales, China se asegura de sellar la frontera para frenar un posible apoyo a los uigures desde el exterior.China, Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán crearon en 2001 la Organización de Cooperación de Shangai. La misma estableció un convenio entre los países para la cooperación militar y el intercambio de información entre los servicios secretos. Este organismo es fundamental para la seguridad en Xinjiang, una provincia clave en la articulación entre China y el Asia Central.En el aspecto bilateral, China exigió un compromiso diplomático a la vecina Kazajstán, en donde vive la mayor diáspora uigur, estimada en 200.000 personas. El acuerdo supone explícitamente el no apoyo a movimientos eventualmente secesionistas y Kazajstán depende fuertemente del abastecimiento de la China. La diáspora uigur también se instaló en Kirguistán, país que posee un entorno político más abierto. Allí, donde habitan más de 40 mil uigures, se produjeron ataques a locales chinos y asesinatos. En Uzbekistán y Turkmenistán las comunidades son pequeñas y tienen pocos vínculos con las residentes en China.A nivel internacional, la causa no ha logrado apoyos significativos, como sí lo han tenido los tibetanos aunque cuenten con la figura, en la diáspora, de Rebiya Kader, exiliada tras estar encarcelada en China. Beijing realizó una campaña diplomática dura en su contra para evitar su ascenso, aunque Kader obtuvo apoyos en Japón y Australia. Su objetivo es internacionalizar el conflicto para que sea conocid0. Los uigures que llegaron a Estados Unidos, Turquía y Alemania tratan de ir por el mismo camino. El Congreso Uiguir Mundial, creado en 2004, tiene su sede en Munich. Mientras que, desde Turquía, a donde huyó una gran cantidad, se oyó la voz del presidente Erdogan, quien en 2009 pidió que finalicen las atrocidades cometidas contra este pueblo.La independencia es una utopíaLos uigures reivindican su identidad y cultura desde hace siglos. La invasión china, durante la dinastía Qing, se dió a mediados de los años 1700 pero el dominio fue frágil. Hasta fines del siglo XIX, la presencia rusa y las disputas con el imperio británico fueron características de todo el oeste de la China.Aprovechando esa inestabilidad, los uigures lograron formar una nación propia pero de vida corta; en 1933 se fundó Turkestán oriental. La nueva nación era vista como un freno al avance de China y la Unión Soviética. Stalin la derrocó y, luego, en 1949, el ejército comunista chino conquistó Xinjiang. Como toda provincia china vivió las distintas fases de la nación: los excesos, las hambrunas y la represión, así como los cataclismos políticos de la Revolución Cultural.Entre los años ochenta y los noventa se produjo el momento más cercano a la independencia para los uigures. La caída de la Unión Soviética le permitió a las naciones de Asia Central crear sus repúblicas independientes. Los cambios en China, que habían llegado de la mano de Deng Xiaoping, permitieron también cierta tolerancia y permisividad con el Islam y su lengua. Las autoridades, centradas en el control de otras zonas del país, dejaron crecer el sentimiento separatista. Sin embargo, China nunca quiso desprenderse del territorio. Si bien se concedieron permisos, se abrieron fronteras y se otorgaron visas, la secesión hubiese sido demasiado problemática para el país.Los uigures vieron su libertad en el horizonte pero el nacionalismo nunca tuvo la unidad necesaria para formar un movimiento independentista como en el Tíbet. Hoy en día a lo máximo que pueden aspirar los uigures es luchar por el respeto de sus derechos religiosos y de su cultura. Pero, en las circunstancias actuales dado el autoritarismo chino, hasta eso es imposible. El dominio chino es seguro y sólido. Parecería que hace tiempo que, con su triple estrategia, China les ganó la guerra.1-"El conflicto de Xinjiang”, Nicolás De Pedro 2-"La silenciosa conquista China”, Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araujo Sobre el autorLic. en Estudios Internacionales, Universidad ORT-Urugua

    El nuevo mundo de Asia Central

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    Las potencias como Rusia, China, Estados Unidos y la Unión Europea, le comienzan a dedicar a la región de Asia Central un espacio importante en su agenda, especialmente en términos económicos y estratégicos. En el continente asiático, los países desarrollados como Japón y Corea del Sur, el despegue de China e India, los avances de Singapur, Malasia, Tailandia e Indonesia, y la riqueza petrolera de Medio Oriente son temas analizados arduamente por la academia  pero ¿cuál es el abordaje que se hace de Asia Central? En este artículo nos proponemos presentar cinco repúblicas de la ex Unión Soviética: Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. La región a la cual hacemos referencia es la menos favorecida del continente, principalmente por su geografía montañosa o desértica. Sin embargo, las riquezas naturales le brindan a futuro, una importancia clave en el comercio mundial.Asia Central es una de las cinco partes en las que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) subdivide al continente que representa la tercera parte de la superficie terrestre del mundo. Allí es donde China está adquiriendo una gran jerarquía en materia comercial, casi igualando a Rusia, la otra potencia de la zona. Por su parte, Moscú busca defender sus intereses económicos, tanto por el acceso como por el control de los recursos energéticos. Mientras que Turquía y la Unión Europea no pierden de vista el crecimiento de estos países.Cinco naciones con realidades distintasEn términos económicos, los cinco estados poseen aspectos similares pero no se presentan como uniformes. Kazajstán, noveno país en superficie en el mundo, se encuentra entre las primeras 50 economías. Uzbekistán y Turkmenistán se ubican alrededor del número 80, con un tamaño de economía equivalente a la de Ecuador. Kirguistán y Tayikistán son economías más pobres, de niveles africanos o apenas por encima de Haití.Kazajstán es una de las economías más fuertes de la región gracias a sus enormes reservas de petróleo, gas, minerales y metales. El algodón, el trigo y la carne son sus otros productos locales. Uzbekistán, además de recursos petroleros y gasíferos, desarrolla la industria pesada (maquinaria agrícola), así como también la producción de arroz, trigo y algodón, al beneficiarse de un avanzado sistema de riego artificial. La explotación de oro blanco es otro de los rubros que caracterizan al país.Turkmenistán también posee avances en petróleo y gas, aunque no cuenta con la logística necesaria para poder exportar su producción. Las plantaciones de algodón son fundamentales para una economía que lucha contra su clima desértico. El maíz y el arroz complementan los productos característicos del país. Por último, Kirguistán y Tayikistán son naciones de bajo desarrollo, dedicados a la actividad agrícola, sin grandes avances a nivel urbano e industrial. El contacto con el exteriorEn términos de comercio exterior, Kazajstán, país de 15 millones de habitantes, se enfoca actualmente en la diversificación, apuntando al transporte, las telecomunicaciones, la petroquímica y al área farmacéutica. Este objetivo se debe a que el 60% de las exportaciones actuales son de petróleo o derivados. Kazajstán fue el primer país de la ex Unión Soviética en recibir el grado inversor y actualmente es país observador de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En materia de exportación, China, con un 20% del mercado, es su principal comprador; Italia y Rusia le siguen en importancia. En materia de importación, Kazajstán se abastece de Rusia (43%), China (13%) y Alemania (6%), adquiriendo maquinaria y productos metálicos.Uzbekistán exporta hidrocarburos, oro y algodón. Al igual que Kazajstán, China es su principal comprador con un 22% del mercado, mientras que Rusia y Turquía son sus otros dos grandes socios. Más de la mitad de las exportaciones de Uzbekistán van hacia esos tres países. En lo referente a las importaciones (maquinaria y productos alimenticios), las mismas provienen de Rusia, Corea del Sur y China. Turkmenistán, país que no integra la OMC ni es miembro observador de la misma, tiene un desarrollo menor, al tener las privatizaciones más limitadas. Las exportaciones también tienen como primer destino China, que casi alcanzan el 30%, mientras que otros destacados socios son Turquía y Emiratos Árabes. Los productos que más adquiere del exterior (maquinaria y químicos) provienen de Rusia, Turquía y China.En lo que refiere a los principales rubros exportables, Kazajstán se ubica dentro de las 20 naciones con mayor venta de petróleo. Con respecto al gas natural, Turkmenistán se posiciona en el lugar 14, mientras que tanto Uzbekistán como Kazajstán entran entre los primeros treinta exportadores. El algodón, otro rubro importante en Asia Central, es exportado por los tres países (que se ubican dentro de los 20 mayores vendedores), destacándose Uzbekistán por ser el quinto mayor proveedor del mundo.Zona estratégica y desarrollo en conjuntoComo lo muestran los números, China se posiciona de gran manera en este juego estratégico comercial. El oleoducto que desde 2009 conecta el noroeste de China con Kazajstán, así como los dos gasoductos desde Turkmenistán y Kazajstán, han sido fundamentales para el comercio entre Asia Central y China. En este escenario, Rusia pelea a dos frentes buscando por un lado frenar la influencia de China en estos países y por el otro evitando la competencia que significa Asia Central para sus exportaciones energéticas a Europa. Turquía es otro país que gana influencia en los últimos años por ser la nación que conecta Europa con esta zona del mundo. El comercio ha crecido a través de gasoductos u oleoductos que ligan sus ciudades con el Mar Caspio (vía Georgia y Azerbaiyán). Mientras tanto, la Unión Europea observa en Asia Central una región de donde puede acceder al gas natural (que mayoritariamente proviene de Rusia) para sustituir o diversificar sus proveedores.Los esfuerzos en conjunto para lograr un desarrollo económico se pueden observar en la Cooperación Económica Regional de Asia Central (CAREC, por sus siglas en inglés), programa del Banco de Desarrollo Asiático de las cinco repúblicas de Asia Central, sumado a China, Azerbaiján, Afganistán, Mongolia y Pakistán. Los objetivos del mismo son promover la cooperación en la creación de corredores de transporte, optimizar las relaciones energéticas, incentivar la apertura del comercio y el ingreso de los países a la OMC.Hoy no podemos afirmar que Asia Central sea una zona clave de la economía global. Las miradas se encuentran en China, India y el Sudeste Asiático, pero aquellos que ven más allá están descubriendo una región productora y exportadora de energía. Su ubicación, al ser un espacio de tránsito de mercancías entre Europa y Asia Oriental, le brinda un valor estratégico en el comercio mundial. Seguramente su potencial como región crezca a partir del momento en que la infraestructura permita una mejor y rápida circulación de los productos.  Es por ello que consideramos interesante comenzar a conocer un nuevo mundo, el de Asia Central. *Licenciado en Estudios Internacionales. FACS, Universidad ORT Urugua

    Respuesta progresista a la crisis actual

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    Durante los días 27 y 28 de marzo se reunieron, en la ciudad chilena de Viña del Mar, gobernantes y  representantes de organismos internacionales de diversas partes del mundo. El principal objetivo fue proponer una salida conjunta de la crisis económica y financiera en la que estamos inmersos. La proximidad de la reunión del G-20 en Londres marcó a fuego la denominada “Cumbre de Líderes Progresistas” cuya idea surgió hace exactamente una década.Muchas son las conclusiones que se pueden extraer de la declaración final de los mandatarios presentes, pero también debemos responder ciertas preguntas. ¿Cómo surge dicha cumbre? ¿Cuáles fueron las propuestas de los gobernantes para combatir la crisis? ¿Qué objetivos persiguieron los presidentes de la  región?La Cumbre y el Seminario Internacional de la Red Progresista fueron organizados por dos instituciones: Policy Network y el Instituto Igualdad. La primera es una fundación internacional, creada en el año 2000, que se dedica a la renovación de la social democracia y a promover las políticas progresistas. Actualmente esta avocada a facilitar el intercambio de ideas y prácticas entre políticos y expertos que se denominan de centro-izquierda. El otro ente organizador, el Instituto Igualdad, es una organización privada, creada por el Partido Socialista chileno en el año 2005 con el objetivo de desarrollar y proyectar los valores e ideas democráticas, socialistas y progresistas al interior de la sociedad chilena.  El movimiento de gobernadores progresistas que se reunió en Chile surge a fines de los años ’90 por iniciativa del entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton. El primer seminario se realizó en Washington y contó con la presencia de mandatarios europeos, entre ellos, Tony Blair. Su objetivo principal fue fomentar la cooperación entre políticos y académicos, ofreciendo un entorno para intercambiar experiencias políticas. Berlín, Estocolmo, Londres, Budapest, Johannesburgo y ahora Viña de Mar fueron las sedes que reunieron desde el año 99 hasta el momento al movimiento progresista. Es la primera vez que se realiza la reunión en nuestro continente y esto no es una casualidad; se debe a la proliferación existente, en los últimos años, de gobiernos de centro izquierda en todo Latinoamérica.Los mandatarios sudamericanos fueron mayoría en el balneario chileno. Además de la anfitriona Michelle Bachelet, la cumbre contó con la presencia del presidente brasilero Luiz Inácio “Lula” da Silva, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y el gobernante uruguayo Tabaré Vázquez. Los mandatarios europeos presentes fueron el español Rodríguez Zapatero, el noruego JensStolten Berg y el primer ministro británico Gordon Brown. El hombre del momento, Barack Obama, seguramente ocupado en la preparación de su viaje a Europa, no quiso que su país quede al margen y envío a su vice Joseph Biden para marcar presencia en la reunión. Además, participaron alrededor de 200 asesores, políticos, académicos, investigadores y representantes de organismos internacionales de muchos países europeos, americanos, africanos e incluso de Oceanía. Todos ellos se encargaron de discutir, analizar y dar respuestas a la crisis global actual; políticas progresistas, globalización responsable, cambio climático, protección laboral y el rol del estado en la economía fueron los principales temas tratados.La declaración final conjunta, leída por la presidenta chilena, marca los puntos claves que los líderes discutieron a lo largo de las distintas sesiones. Se analizaron los principales desafíos que enfrenta el mundo hoy en día, y a su vez discutieron cuál debería ser la respuesta coordinada del movimiento progresista, lo cuál resumiremos en tres puntos claves. El primero fue priorizar las políticas de crecimiento, protección social y la creación de empleo para no transformar la recesión económica en una recesión social. Para ello, se enfatizó el dar un nuevo empuje a los objetivos de desarrollo del milenio de la Organización de las Naciones Unidas. Con respecto a esto, Bachelet expresó al término del seminario: “hay que adoptar medidas populares pero no populistas”, haciendo clara alusión al respeto por el modelo liberal pero inculcando una participación importante por parte del Estado. En segundo lugar, se apuntó a cambiar el rumbo del “neoliberalismo” existente, construyendo las bases de una nueva economía que permita compartir la prosperidad. Para aplicarlo, los líderes progresistas plantean: reformar la regulación de las instituciones financieras (principalmente del FMI), evitar políticas proteccionistas y concluir exitosamente la Ronda Doha. Además, se le reclama a las instituciones financieras, tanto internacionales como regionales, la tenencia de un rol importante en la prevención de las graves consecuencias para los países en desarrollo. El primer ministro británico expuso su visión al respecto: “tenemos que rehacer nuestras instituciones, necesitamos nuevas reglas para este orden global, porque un mundo sin reglas no funciona”.  El tercer aspecto clave que se puede extraer de la declaración refiere al tema medioambiental. Se propuso emprender de forma acelerada una respuesta coordinada al cambio climático, asimismo se incitó a invertir en energías limpias. En este contexto, se buscará lograr un acuerdo exitoso en la futura Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se realizará a fines de este año en Copenhague.  Si bien no fue el aspecto más comentado en la cumbre, quizás por la lejanía en el tiempo de la reunión multilateral, la “recuperación verde” no se dejó de lado al momento de enumerar los principales temas tratados.  Estos tres principales ejes se sostienen en los llamados valores progresistas, como lo son las libertades (política y económica), los derechos humanos, la democracia y la justicia social.  Con respecto a los ideales compartidos por esta red de gobiernos, José Luís Rodríguez Zapatero enumeró tres pilares que caracterizan al progresismo: la apuesta por la reforma y el cambio, la democratización de las instituciones y la solidaridad. Hoy en día son varios los gobiernos sudamericanos que dicen sentirse identificados con estos ideales; sin embargo fueron tan sólo cuatro los representantes que concurrieron a la cumbre.Como dijimos, el segundo aspecto importante a analizar de la reunión es el objetivo que cada uno de los países tuvo en dicha cumbre. Si bien son cuantiosos los gobiernos de izquierda y centro izquierda que han ganado elecciones en estos últimos años aquí en Sudamérica, cada país tiene un perfil distinto y eso lo podemos ver claramente en la participación (o no) en reuniones multilaterales de este tipo.  El presidente Vázquez consideró clave esta reunión, ya que fue una manera de poder inmiscuir al pequeño Uruguay entre grandes del mundo. El MERCOSUR estuvo presente con sus dos grandes socios: Brasil y Argentina; Uruguay no se quiso perder la gran oportunidad de poder compartir experiencias y aprender de países que proponen las mismas ideas que el gobierno de turno. Además, Vázquez aprovechó la ocasión para terminar de alinearse al grupo de gobiernos de “izquierda moderada” que parece liderar Lula. Entre otras cosas, Tabaré marcó cierta distancia con la mandataria argentina, se encargó de remarcar que Uruguay “no es un paraíso fiscal” e instó a no echarle la culpa al imperio de turno por no poder llevar adelante un proyecto latinoamericano para mejorar la condición de nuestros pueblos.Por otro lado, el mandatario brasilero Lula aprovechó la oportunidad para seguir afirmando su liderazgo en Sudamérica e intentar insertar al continente en el contexto mundial.  El líder del PT brasilero se ha encargado en las últimas semanas de seguir posicionando a su país en el gran juego mundial. Las reuniones con Obama y Brown dan muestra de eso y, si bien el asesor del presidente, Marco Aurelio García pide respetar las diferencias con otros progresismos (léase la izquierda más radical), Brasil se quiere mostrar como un país comprometido con la causa liberal-democrática. Lula aprovechó la ocasión para recordarle nuevamente a sus pares extra-región que ellos poseen mayor culpa de este momento de la economía mundial. Con un tono amigable expresó: “mi querido Gordon Brown, mi querido Biden, mi querido Zapatero, desafortunadamente ustedes tienen más responsabilidad en esta crisis”. Además de Brasil, el otro país de la región que asistirá a la reunión del G-20 en Londres, será Argentina. Cristina Fernández también acudió a la Cumbre y quizás sean dos los aspectos claves que se pueden extraer de su presencia. En primer lugar, la gobernadora argentina no estuvo dispuesta a perderle la pisada a este grupo de mandatarios progresistas, de los cuales se había alejado debido a las visitas y contactos permanentes con Chávez. Por lo tanto, esta cumbre era una buena excusa para volverse a unir al grupo liderado por Brasil y poder encontrarle a la Argentina un lugar importante (no conflictivo) en el contexto internacional. En segundo lugar, la presidenta aprovechó la situación para insistir nuevamente por el reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, a lo que fuentes británicas hicieron saber que estaba descartada cualquier tipo de negociación al respecto. Por último debemos hacer referencia a Chile, el anfitrión. El modelo chileno que rige desde la restauración de la dictadura es fiel reflejo de todas las ideas que se trataron en la pasada cumbre. No es casualidad que la primera reunión en América Latina de esta red progresista se haya realizado en el país trasandino. Además, no es este un momento cualquiera para el gobierno de la Concertación, ya que las encuestas de opinión no se les muestran favorables para las elecciones de este año. Quizás el impulso y la importancia que Bachelet le dio a esta cumbre este relacionado con el objetivo de la mandataria de reafirmar el modelo, llevado acabo por su gobierno y los anteriores, exponiendo logros e intentando marcar diferencias con el neoliberalismo.En conclusión, la Cumbre de Líderes Progresistas buscó dar una respuesta firme a la crisis financiera internacional. El objetivo de los gobernantes que asistieron a la Cumbre fue la elaboración de ciertas pautas para que los “representantes progresistas” trasladasen a la reunión del G-20 en Londres. Las mismas se pueden resumir en los siguientes puntos: priorizar el aspecto social de la crisis, reformar el sistema financiero poniendo fin a la hegemonía neoliberal y por último, el siempre presente desarrollo sostenible. Estos temas centraron la atención de los mandatarios presentes, los cuales se sienten identificados con la idea de la red progresista que surgió con Clinton y Blair, cuando ambos quisieron liderar una especie de centro izquierda o “tercera vía” entre el capitalismo liberal y el socialismo.Además, al parecer, esta red de gobiernos quiere ocupar un vació ideológico que esta dejando el modelo económico existente, que puede ser fácilmente ocupado por gobiernos populistas, autoritarios y no proclives al liberalismo y la democracia. La reunión de Viña del Mar concluye con la idea de asignarle un nuevo rol al estado (más regulador)  y poner las políticas sociales como prioridad. Quizás estos dos aspectos sean las únicas variables que todavía quedan vigentes en la ya perimida distinción entre gobiernos de derecha y de izquierda.   * Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. FACS. Universidad ORT - Urugua

    ¿CÓMO ATACAR ESTE CAOS INTERNACIONAL?

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    Un grupo de niños intenta cruzar la frontera que divide la violencia con la esperanza, un grupo de mujeres llora la muerte de sus niños tras una explosión cercana y un grupo de familias se muestran desconsoladas ante la caída de un avión que trasladaba casi trescientas personas. Centroamérica, Gaza y Ucrania, ejemplos e imágenes de un mes lleno de horror, impotencia y tristeza.Seguramente estas tres regiones del mundo sean las que hoy llaman más la atención pero tendemos a olvidarnos que en Siria, Libia, Irak, Afganistán y Nigeria siguen muriendo cientos de civiles. ¿La falta de un liderazgo mundial puede ser una de las causas de este caos internacional? ¿O tal vez lo que el analista venezolano Moises Naim definió como “el fin del poder”, la lucha constante entre los grandes actores dominantes y los nuevos micropoderes que le desafían, es lo que se perfila?La carencia de instituciones con legitimidad para que asuman responsabilidades en los conflictos nos lleva hacia un terreno peligroso. El debate sobre la reforma en las Naciones Unidas, tan olvidado en el último tiempo, deberá resurgir de forma urgente porque, al revisar los distintos contenciosos que sacuden al mundo, hoy más que nunca las Naciones Unidas se perfilan como la instancia capaz de conseguir la legitimidad necesaria para intentar un reordenamiento de las relaciones internacionales del mundo actual.El terrorismo y la exclusión social en ÁfricaEl 11 de mayo de este año “El País” de Madrid publicó un artículo sobre la composición del grupo yihadista nigeriano que siembra terror en el África Occidental. El análisis, titulado “La miseria nutre las filas de Boko Haram”, remarca que los jóvenes del estado nigeriano de Borno, golpeados por el desempleo y la miseria, queman escuelas y vigilan soldados para ejecutarlos a cambio de dinero.El gobernador de la región, parcialmente con razón, relaciona la exclusión social con la generalización de este tipo de actitudes violentas. El analfabetismo, la precaria educación y la pobreza hacen el caldo de cultivo para grupos extremistas religiosos que no solo ofrecen dinero, sino que son capaces de convencer a sectores vulnerables sobre un nuevo modo de vivir y de pensar basado esencialmente en la intolerancia y el uso del terror. Esta es la realidad del norte de Nigeria, un país de 160 millones de habitantes, la mayor economía de África. La falta de oportunidades laborales, la corrupción y la no existencia de una razón por la cual vivir, convierten a la juventud en vulnerable.El escape a la violencia en CentroaméricaSi a vulnerabilidad nos referimos, qué mejor ejemplo que los niños centroamericanos que intentan cruzar solos la frontera con Estados Unidos. Intentando escapar a la intimidación de las maras, ciudadanos de Honduras, Guatemala y El Salvador se tardan semanas en cruzar a México, atravesar ese país, para luego pasar “la migra” y reunirse con sus familias o luchar por el sueño americano. Este no es un conflicto geopolítico, tampoco se trata de grupos extremistas religiosos ni de enfrentamientos entre potencias regionales por temas comerciales. Es la economía más grande del mundo con una de las zonas más violentas en el patio trasero generada por la inevitable atracción de una sociedad rica que está a siglos de ventaja de las economías del campesinado centroamericano y/o mexicano.La avalancha proveniente de Centroamérica desborda los centros de acogida norteamericanos y prende todas las alarmas. Las historias traumáticas, así como la violencia de las maras, son las novedades de último momento. Los gastos en reforzar la seguridad en la frontera son cada vez mayores así como el desembolso anual de los países centroamericanos para luchar contra estas organizaciones criminales. Se sigue gastando dinero para atacar las consecuencias en vez de ahondar esfuerzos por combatir las causas de esa violencia o esos movimientos migratorios desesperados.El nacionalismo en EurasiaDistinto es el conflicto en Ucrania que, a pesar de tener las mismas consecuencias, violencia y muerte de civiles, tiene un perfil geopolítico. La puja creciente entre Rusia y Europa por el territorio ucraniano terminó derivando en un peligro constante, tal es así que fue derribado un avión comercial de Malaysian Airlines, con un saldo de 300 civiles muertos. Es la impotencia ante una Rusia que no sabe de frenos y que deja expuestos los titubeos de la Unión Europea en materia de política exterior.Putin marcó posición en el tema nuclear iraní, se fortaleció en la crisis de Siria y avanzó en el conflicto ucraniano. Rusia se muestra ahora firme ante la falta de un liderazgo global, arma a los separatistas prorrusos e intenta lidiar con las sanciones económicas impuestas por Washington y la Unión Europea. Ante dicha situación, Moscú sale a pasear por el mundo buscando socios comerciales que miren más las balanzas comerciales que los Derechos Humanos. Es que el comercio “lo es todo en el siglo XXI” y la dependencia de Europa del gas ruso imposibilita a Bruselas asumir una posición firme ante Putin.El histórico conflicto entre palestinos e israelíesConflictos geopolíticos y humanitarios se reproducen en Medio Oriente. La tensión entre Israel y Palestina, con este nuevo capítulo en Gaza, fue el foco de atención en el último mes. El extremismo de Hamas y la reciente incursión israelí dejó un saldo importante de civiles muertos. Uno de los tantos conflictos abiertos en la región: sectarismo en Irak, la guerra civil sin tregua en Siria y el caos total en Libia, luego de tres años de la caída de Khadafi.Las soluciones escasean y la muerte de civiles aumenta. Una ecuación negativa de un mundo que no sabe de líderes ni de organizaciones con poder real. Un sistema en el que nadie quiere asumir el liderazgo y marcar la agenda, lo que Ian Bremmer, politólogo norteamericano, denominó el “mundo G-0”. Un Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, polarizado entre Estados Unidos y Rusia, que pide a gritos una reforma debido a que el otro gigante, China, aprovechándose de su creciente influencia en América Latina, África y los países árabes, se mantiene con la bandera de la “no intervención”.Las espirales de violencia se reproducen en distintas regiones y no siempre por culpa de un grupo extremista religioso. Deberíamos preguntarnos ¿Por qué Hamas gobierna en Gaza? ¿Por qué los niños de Centroamérica cruzan solos hacia Estados Unidos? ¿Por qué Boko Haram es tan fuerte en el norte de Nigeria? ¿Por qué Honduras, El Salvador y Guatemala tienen índices de homicidios tan altos? ¿Por qué? Algún día nos tendremos que preocupar más por las causas que por las consecuencias.En definitiva debemos entender que este caos internacional no solamente proviene del fanatismo religioso o la ambición nacionalista de determinados líderes. Existen también conflictos humanos, solucionables, relacionados más con la pobreza, la exclusión y la desigualdad que aparecen como lo peor de nuestras civilizaciones contemporáneas. Diego Telias es Licenciado en Estudios InternacionalesUniversidad ORT – UruguayCandidato a la Maestría en Ciencia PolíticaUDELAR
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