The protection of alloys against high temperature sulphidation by SiO2-coatings deposited by MOCVD

Silica coatings have been deposited on various alloys by MOCVD (Metal Organic Chemical Vapor Deposition) to protect them against high temperature corrosion in coal gasification environments. DiAcetoxyDitertiaryButoxySilane (DADBS) has been used as a metal organic precursor at deposition temperatures between 773 - 873 °K and amorphous layers were produced with a growth rate of about 1 μm. h-1. These coatings have been tested at 823°K in a sulphiclizing atmosphere with a low oxygen (9.3 10 -29 bar) and a high sulphur partial pressure (1.2 10 bar). In this environment the sulphidation resistance of various alloys has improved by a factor of at least 100 by the coating. The observed corrosion reaction is local and is explained by a model in which in the first stage cracks are formed due to mechanical stresses in the coating. In the second stage metal sulphides are formed by outward diffusion of metal and inward diffusion of sulphur through the cracks. When stainless steels are used as the alloy the outer layer consists of FeS and the lower one of CrS

The pyrolytic decomposition of metal alkoxides (di-acetoxy-di-t-butoxy-silane, DADBS) during chemical vapour deposition of thin oxide films

In this study the effects of the nature of metal alkoxides on their vapour pressures and thermal decomposition chemistry are reported. The vapour pressure and the volatility of a metal alkoxide strongly depends on the steric effect of its alkoxy group.\ud \ud The thermal decomposition chemistry of one metal alkoxide (di-acetoxy-di-t-butoxy-silane, DADBS) has been studied by mass spectrometry at temperatures between 423 and 923 K. The pyrolytic products were acetic acid anhydride and 2-methyl propene. The acetic acid anhydride is formed at temperatures above 473 K and 2-methyl propene is formed above 673 K by a ß -hydride elimination mechanism. In these steps, a 6-ring intermediate is supposed to be formed. The silicon acid finally remaining is proposed to react by poly-condensation to SiO2 coatings or powder

Thin alumina and silica films by chemical vapor deposition (CVD)

Alumina and silica coatings have been deposited by MOCVD (Metal Organic Chemical Vapor Deposition) on alloys to protect them against high temperature corrosion. Aluminium Tri-lsopropoxide (ATI) and DiAcetoxyDitertiaryButoxySilane (DAOBS) have been used as metal organic precursors to prepare these ceramic coatings. The influence of several process steps on the deposition rate and surface morphology is discussed. The deposition of SiO2 at atmospheric pressure is kinetically limited below 833 K and is a mixed first and second order reaction with an activation energy of 155 kJ.mole-1. The deposition of Al2O3 is kinetically limited below 673 K and is a first order reaction with an activation energy of 30 kJ.mole-1 at atmospheric pressure. The deposition of Al2O3 is kinetically limited below 623 K and is a second order reaction at low pressure (3 torr) with an activation energy of 30 kJ.mole-1. The decomposition of both precursors involves a B-hydroge n elimination reaction by which DADBS decomposes to acetic acid anhydride, 2-methyl propane, SiO2 and H2O, while ATI decomposes to 2-propanol, propane, Al2O3 and H2O

FTIR and XPS studies on corrosion resistant SiO2 coatings as a function of the humidity during deposition

The degradation of SiO2 coatings deposited on alloys by metal organic chemical vapour deposition (MOCVD) in sulphidizing high-temperature environments is determined by delamination and crack formation. With increasing water concentration during deposition, the crack density in silica decreases and the critical thickness for delamination of SiO2 coatings increases. This improvement is supposed to be caused by compositional changes in the SiO2 coating. In this study presence of water and silanol groups as measured by Fourier transform infrared spectroscopy(FTIR) and the Si:O ratio as measured by XPS are discussed in relation to the protective properties. The FTIRmeasurements show that the coatings deposited in more humid environments contain more silanol groups and have lower stress levels. The coatings obtained under all deposition conditions consisted of stoichiometric SiO2.0 as determined by XPS. The presence of silanol groups reduces the viscosity of the coating, and stress relaxation by viscous flow becomes enhanced, thereby improving the coating performance

Del México antiguo: fantasía mítica

En la pirámide, creación monumental colectiva, cuya suprema claridad patentiza la espiritualidad de los pueblos precortesianos, puede comprobarse lo mismo, tanto en su estructura —los cuatro ángulos, la orientación de acuerdo con los puntos cardinales, el número de las zonas, el número de las gradas de la escalinata—, como también en su decoración. En esta magia aritmética, que confiere a cada número un significado simbólico y que, combinándolos, crea o revela relaciones, confluyen la más clara conciencia lógica y la más audaz fantasía especulativa. Para aquella fantasía mítica, que no es vaga ni arbitraria, el milagro de los milagros es la unidad (tal como la ofrece también el cielo estrellado), el vínculo que liga todos los fenómenos entre ellas y con el todo, en síntesis —si se me permite repetir esa frase— la variedad dentro efe la unidad. Pero lo digno de notarse no es sólo la regularidad a la cual se aspira: más notable aún es el apasionado esfuerzo por evitar la irregularidad. El fenómeno como tal se priva, por así decirlo, de su unicidad, se incorpora a un ritmo; es portador de ese ritmo, del cual a la vez forma parte, como eslabón de una cadena. Ritmo, repetición rítmica, armonía equilibrada; he aquí los mismos elementos a que recurre el arte para conferir a sus creaciones el carácter de lo sagrado. Hay que hacer notar que no se trata en absoluto de su sistema ideológico construido por encima de la realidad, sin relación con ella. El subfondo sobre el cual se eleva esa fantasía mítica es el conocimiento del dualismo, de esa ley demoníaca del perecer y nacer a la cual está sometido todo ser y todo devenir. El antagonismo de las destructoras fuerzas de la naturaleza no se niega ni se escamotea filosóficamente. Pero se pregunta por el sentido de lo aparentemente sin sentido, se pregunta por la significación de aquellas potencias, de que el hombre depende en un doble sentido: existe gracias a ellas y, a la vez, es víctima de su caprichosidad. El conocimiento de que un perecer precede a todo nacer, de que el perecer es la condición previa del nacer y del ser, supone la visión de un universo regido por el principio de la polaridad, gracias al cual la muerte deja de ser absurda. En torno a esa polaridad, que explica y justifica lo enigmático del fenómeno, giran los esfuerzos de todas las religiones y de toda la ciencia.Universidad Nacional de La Plat

Del México antiguo: fantasía mítica

En la pirámide, creación monumental colectiva, cuya suprema claridad patentiza la espiritualidad de los pueblos precortesianos, puede comprobarse lo mismo, tanto en su estructura —los cuatro ángulos, la orientación de acuerdo con los puntos cardinales, el número de las zonas, el número de las gradas de la escalinata—, como también en su decoración. En esta magia aritmética, que confiere a cada número un significado simbólico y que, combinándolos, crea o revela relaciones, confluyen la más clara conciencia lógica y la más audaz fantasía especulativa. Para aquella fantasía mítica, que no es vaga ni arbitraria, el milagro de los milagros es la unidad (tal como la ofrece también el cielo estrellado), el vínculo que liga todos los fenómenos entre ellas y con el todo, en síntesis —si se me permite repetir esa frase— la variedad dentro efe la unidad. Pero lo digno de notarse no es sólo la regularidad a la cual se aspira: más notable aún es el apasionado esfuerzo por evitar la irregularidad. El fenómeno como tal se priva, por así decirlo, de su unicidad, se incorpora a un ritmo; es portador de ese ritmo, del cual a la vez forma parte, como eslabón de una cadena. Ritmo, repetición rítmica, armonía equilibrada; he aquí los mismos elementos a que recurre el arte para conferir a sus creaciones el carácter de lo sagrado. Hay que hacer notar que no se trata en absoluto de su sistema ideológico construido por encima de la realidad, sin relación con ella. El subfondo sobre el cual se eleva esa fantasía mítica es el conocimiento del dualismo, de esa ley demoníaca del perecer y nacer a la cual está sometido todo ser y todo devenir. El antagonismo de las destructoras fuerzas de la naturaleza no se niega ni se escamotea filosóficamente. Pero se pregunta por el sentido de lo aparentemente sin sentido, se pregunta por la significación de aquellas potencias, de que el hombre depende en un doble sentido: existe gracias a ellas y, a la vez, es víctima de su caprichosidad. El conocimiento de que un perecer precede a todo nacer, de que el perecer es la condición previa del nacer y del ser, supone la visión de un universo regido por el principio de la polaridad, gracias al cual la muerte deja de ser absurda. En torno a esa polaridad, que explica y justifica lo enigmático del fenómeno, giran los esfuerzos de todas las religiones y de toda la ciencia.Universidad Nacional de La Plat

Del México antiguo: fantasía mítica

En la pirámide, creación monumental colectiva, cuya suprema claridad patentiza la espiritualidad de los pueblos precortesianos, puede comprobarse lo mismo, tanto en su estructura —los cuatro ángulos, la orientación de acuerdo con los puntos cardinales, el número de las zonas, el número de las gradas de la escalinata—, como también en su decoración. En esta magia aritmética, que confiere a cada número un significado simbólico y que, combinándolos, crea o revela relaciones, confluyen la más clara conciencia lógica y la más audaz fantasía especulativa. Para aquella fantasía mítica, que no es vaga ni arbitraria, el milagro de los milagros es la unidad (tal como la ofrece también el cielo estrellado), el vínculo que liga todos los fenómenos entre ellas y con el todo, en síntesis —si se me permite repetir esa frase— la variedad dentro efe la unidad. Pero lo digno de notarse no es sólo la regularidad a la cual se aspira: más notable aún es el apasionado esfuerzo por evitar la irregularidad. El fenómeno como tal se priva, por así decirlo, de su unicidad, se incorpora a un ritmo; es portador de ese ritmo, del cual a la vez forma parte, como eslabón de una cadena. Ritmo, repetición rítmica, armonía equilibrada; he aquí los mismos elementos a que recurre el arte para conferir a sus creaciones el carácter de lo sagrado. Hay que hacer notar que no se trata en absoluto de su sistema ideológico construido por encima de la realidad, sin relación con ella. El subfondo sobre el cual se eleva esa fantasía mítica es el conocimiento del dualismo, de esa ley demoníaca del perecer y nacer a la cual está sometido todo ser y todo devenir. El antagonismo de las destructoras fuerzas de la naturaleza no se niega ni se escamotea filosóficamente. Pero se pregunta por el sentido de lo aparentemente sin sentido, se pregunta por la significación de aquellas potencias, de que el hombre depende en un doble sentido: existe gracias a ellas y, a la vez, es víctima de su caprichosidad. El conocimiento de que un perecer precede a todo nacer, de que el perecer es la condición previa del nacer y del ser, supone la visión de un universo regido por el principio de la polaridad, gracias al cual la muerte deja de ser absurda. En torno a esa polaridad, que explica y justifica lo enigmático del fenómeno, giran los esfuerzos de todas las religiones y de toda la ciencia.Universidad Nacional de La Plat