17 research outputs found

    Efectos de la pandemia por Covid-19 en el mercado laboral colombiano: identificando el impacto de restricciones sectoriales a la movilidad

    Get PDF
    En este trabajo evaluamos el efecto de la pandemia de Covid-19 y las restricciones de movilidad sectoriales implementadas para reducir la velocidad del contagio. Para identificar el efecto de estas políticas, explotamos la variación en el empleo y salarios en los sectores excluidos y no excluidos de las restricciones a la movilidad, así como el momento de su implementación. Las restricciones sectoriales a la movilidad tienen efectos negativos en el empleo, representando aproximadamente una cuarta parte de la pérdida total de empleo entre febrero y abril de 2020. Los patrones regionales de propagación de la enfermedad y otros componentes epidemiológicos y económicos, que afectaron al país durante este período, representan las tres cuartas partes restantes de la pérdida de empleos. Por lo tanto, debemos esperar importantes pérdidas de empleo incluso en ausencia de dichas restricciones. No encontramos un efecto significativo en el promedio de horas trabajadas o los salarios, lo que indica que la mayor parte del ajuste del mercado laboral tuvo lugar en el margen extensivo. Además, las restricciones a la movilidad sectoriales afectan principalmente a los trabajadores asalariados, mientras que el trabajo por cuenta propia responde principalmente a la propagación de la enfermedad.We assess the effect of the Covid-19 pandemic and the lockdown of some economic sectors on the Colombian labor market. We exploit the variation between excluded and non-excluded sectors from the lockdown, as well as the timing of the restriction policies, to identify the effect of sector-specific restriction policies. These restrictions had negative effects on employment, accounting for approximately a quarter of the total job loss between February and April of 2020; the remaining three quarters of the job losses can be attributed to the regional patterns of the disease spread, and other epidemiological and economic factors affecting the whole country during this period. Therefore, we should expect important employment losses even in the absence of such restrictions. In contrast, we find no significant effect of sector-specific restrictions on average worked hours or wages, indicating that most of the adjustment of the labor market took place in the extensive margin. Moreover, sector-specific restrictions only affect salaried workers, while self-employment is more responsive to the disease spread

    ISAE: An Indicator to Monitor Colombian Economic Activity in High Frequency

    Get PDF
    El desarrollo de metodologías que permitan el diagnóstico del estado y la tendencia de la actividad económica es de especial importancia para la toma de decisiones de política económica. En este documento se propone un indicador semanal de actividad económica para Colombia, para el período comprendido entre febrero de 2000 y mayo de 2022. El indicador es obtenido como resultado de un modelo de factores dinámicos con un esquema de frecuencias mixtas, que emplea 32 variables semanales (10), mensuales (19) y trimestrales (3). Los resultados muestran que el indicador captura de forma adecuada los ciclos sobresalientes en el período de análisis, dentro de los cuales se destaca la reciente crisis originada por la pandemia del Covid-19. Además, sugieren que, como se espera, la capacidad del indicador para estimar el desempeño de la actividad económica en el trimestre mejora a medida que se cuenta con más información disponible, considerando los rezagos de publicación de la misma.The development of methodologies that enable the diagnosis of the current state and trend of economic activity is particularly important to improve the decision-making process in economic policy. This paper proposes a new weekly indicator of economic activity for Colombia, covering the period between February 2000 and May 2022. This indicator is the result of a mixed-frequency dynamic factor model that uses 32 weekly (10), monthly (19) and quarterly (3) variables. Our results suggest that the indicator adequately captures the main economic cycles in the period of analysis, prominent among which is the recent crisis generated by the Covid-19 pandemic. We also find that, given the lags in publication of data, the ability of the indicator to diagnose the state of economic activity improves as more information is available.Enfoque El desarrollo de metodologías que permitan el diagnóstico del estado y la tendencia de la actividad económica es de especial importancia para la toma de decisiones de política económica. En la práctica, este diagnóstico utiliza indicadores de baja frecuencia que son publicados con varios meses de rezago. En este documento se propone un indicador semanal de actividad económica para Colombia (en adelante, ISAE), obtenido como resultado de un modelo de factores dinámicos con un esquema de frecuencias mixtas. Este indicador permite diagnosticar de manera oportuna y con alta precisión el comportamiento de la actividad real, así como predecir su dinámica en el corto plazo. Contribución El ISAE es el primer indicador en hacer un diagnóstico de la actividad real semanal para la economía colombiana. Además, se considera que el indicador permite realizar un análisis preciso, al sintetizar la información y co-movimiento de 32 variables altamente relacionadas con la actividad económica con frecuencias mixtas: 10 semanales, 19 mensuales y 3 trimestrales. Por ello, finalmente, contribuye a los esfuerzos realizados previamente en la literatura por contar con herramientas que mejoren el pronóstico de la actividad económica colombiana en el corto plazo. Resultados Dentro de los principales resultados se destaca la capacidad de diagnóstico del ISAE, al capturar adecuadamente los diferentes puntos de inflexión que experimentó la economía colombiana entre febrero de 2000 y mayo de 2022, siendo los más importantes la crisis financiera de 2008-2009, la caída de los precios del petróleo en 2014-2015 y la crisis originada por la pandemia de Covid-19, así como las posteriores recuperaciones. Al analizar el desempeño de pronóstico del ISAE, se encuentra que su error de pronóstico un trimestre adelante -con respecto a la variación anual del PIB- es considerablemente inferior para el período previo al primer trimestre de 2020. Aunque este error de pronóstico aumentó para el periodo posterior, es de resaltar que, para las primeras semanas de abril de 2020, el ISAE ya sugería una contracción importante de la actividad económica, aun cuando no se disponía de indicadores tradicionales para el segundo trimestre de 2020

    Continúa la recuperación del mercado laboral y actualización de la Gran encuesta integrada de hogares

    Get PDF
    A febrero de 2022 el mercado laboral mostró señales de recuperación, con un crecimiento sostenido en el empleo, observado tanto en las encuestas de hogares, como en los distintos registros administrativos. Las diferentes fuentes de información sugieren que el nivel de empleo se encuentra ligeramente por encima del registrado antes de la pandemia. El buen desempeño de la ocupación se observa en las ciudades y el área rural. Asimismo, la mayoría de los sectores económicos registraron aumentos en empleo. Los índices de vacantes, que reflejan la demanda de nuevos puestos de trabajo en el sector formal, reafirman el diagnóstico de un entorno favorable para el empleo. Los mayores crecimientos en las vacantes se presentan en ocupaciones de alto nivel de calificación, entre las cuales se destacan profesionales, científicos e intelectuales, y técnicos. Por el lado de la oferta laboral, también se observa una importante recuperación. Este comportamiento, junto con el mayor dinamismo en el empleo, se refleja en una reducción de la tasa de desempleo (TD) durante los últimos meses. Al desagregar las cifras de desempleo, se observa que la mayor reducción se ha registrado en el dominio urbano. Aunque todavía no se observan cambios importantes en los salarios, tanto los indicadores de holgura, como los de cuellos de botella y la curva de Beveridge muestran un mercado laboral que se va estrechando. Dadas las previsiones en materia de crecimiento económico del equipo técnico del Banco de la República para 2022, consignadas en el Informe de Política Monetaria de abril de 2022, los pronósticos ubican la TD nacional entre el 10 % y 11,9 % en promedio para dicho año. Por su parte, las estimaciones de la tasa de desempleo no inflacionaria (Nairu) sugieren una brecha de desempleo urbana cercanas a cero para 2022. Estas estimaciones indicarían que la menor holgura del mercado laboral ya no estaría generando presiones a la baja en la inflación. Este reporte se divide en dos secciones. En la primera se profundiza en los hechos coyunturales del mercado laboral anteriormente descritos. En la segunda se estudia la actualización de la Gran encuesta integrada de hogares (GEIH) realizada por el DANE, y los principales cambios que se generan en los indicadores del mercado laboral. Además de la actualización del marco geoestadístico y las proyecciones poblacionales construidas a partir del Censo nacional de población de 2018. La actualización de la encuesta sirvió para incorporar recomendaciones de organismos multilat erales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el fin de mejorar la clasificación y caracterización de la población en edad de trabajar (PET), visibilizar estadísticamente a grupos poblacionales y llevar los indicadores del mercado laboral a nuevos estándares internacionales. Los principales cambios encontrados en los indicadores del mercado laboral obedecen a varios factores. En primer lugar, se actualizó el umbral de la PET, disminuyendo el nivel de la población fuera de la fuerza laboral (inactiva), al sustraer a cerca de 2,9 millones de menores entre 10 y 14 años. En segundo lugar, se modificó la forma de clasificar y caracterizar la población ocupada. No obstante, este cambio no parece tener impactos sustanciales en esta población. Así, lo más probable es que los cambios en el nivel de los ocupados que se observan obedezcan a la actualización del marco geoestadístico. Finalmente, la población desempleada es la que menos sufre cambios por la actualización de la encuesta. Adicionalmente, este reporte especial presenta una propuesta provisional de empalme y desestacionalización de los principales agregados del mercado laboral para el estudio de las dinámicas del mismo, que será empleada en este y en reportes futuros, hasta el momento en que el DANE publique series empalmadas y desestacionalizadas oficiales definitivas

    Reactivación de la creación de empleo y determinantes financieros de la demanda laboral empresarial durante la pandemia

    Get PDF
    Después de un primer semestre estancado, el empleo volvió a crecer en julio y en agosto. Este repunte de la ocupación ha sido, sobre todo, marcado en los municipios intermedios y el área rural. Por segmentos del empleo nacional, el no asalariado, cuyo crecimiento se había frenado en el segundo trimestre por los efectos derivados de los picos de contagio por Covid-19 y de la situación de orden público en el país, volvió a crecer; mientras tanto, su contraparte asalariada se mantuvo estable

    Recuperación de la ocupación y dinámica reciente de la participación laboral

    Get PDF
    En la segunda mitad de 2020 el empleo continuó recuperándose, luego de su fuerte caída en el primer semestre. Sin embargo, en general, el mercado laboral todavía se encuentra bastante holgado como consecuencia de la crisis sanitaria por el covid-19, y muestra importantes disparidades entre grupos poblacionales y cambios en la composición de la ocupación. Respecto a las disparidades, las más notorias son las brechas de género, que se observan en ocupación, participación y desempleo. Por su parte, los cambios de composición del empleo son resultado de la recuperación más rápida de los segmentos no asalariado e informal vis a vis los segmentos asalariado y formal, algo previsible por su mayor flexibilidad y menores costos de entrada. Los ingresos laborales de los segmentos no asalariado e informal fueron los más afectados al inicio de la crisis y, aunque han registrado alguna recuperación, esta se debe fundamentalmente al aumento en sus horas trabajadas. La participación laboral también continúa recuperándose, pero los niveles siguen por debajo de los observados antes de la pandemia. Sin embargo, el crecimiento de la oferta laboral es menor que el de la ocupación, lo cual se ha visto reflejado en descensos consecutivos de la tasa de desempleo (TD). El ritmo de estos descensos, que fue importante al inicio de la recuperación del empleo, ha tendido a mermar en los últimos meses, dejando los registros de la TD en niveles aún considerablemente altos. Dadas estas altas TD y los bajos niveles que aún registran los índices de vacantes, la curva de Beveridge señala que el mercado laboral colombiano se encuentra significativamente holgado. Para 2021 se estima que la TD continuará decreciendo, aunque a un menor ritmo que el observado en la segunda mitad de 2020. Se espera que la TD nacional se ubique en promedio entre 12,5 % y 15,5 % en 2021, con 14 % como valor central. Las estimaciones de la TD de largo plazo consistente con una inflación estable (Nairu) sugieren una brecha de TD positiva de alrededor de 2,4 puntos porcentuales (pp) para 2021, por lo que la holgura del mercado laboral continuaría, aunque en menor grado que en 2020. Dado lo anterior, se esperaría que el mercado laboral no genere presiones al alza sobre la inflación durante 2021 por cuenta de costos salariales. Como es usual, este reporte se divide en dos secciones. En la primera se examinan en detalle los principales hechos coyunturales del mercado laboral. En la segunda se estudian los determinantes recientes de la participación laboral, y particularmente cómo la crisis sanitaria ha afectado la probabilidad de participación de distintos grupos poblacionales, de acuerdo tanto a sus características individuales como a las del hogar. Se encuentra que la pandemia provocó efectos negativos sobre la probabilidad de participar en mujeres, personas sin educación superior y pertenecientes a hogares con niños. En hogares con niños la pandemia aumenta la participación de hombres y reduce la de las mujeres, reflejando brechas importantes en la distribución de las actividades del cuidado. El efecto diferencial de la pandemia sobre las mujeres está concentrado en aquellas pertenecientes a hogares con niños, lo cual podría reflejar las limitaciones de los servicios de primera infancia y de los colegios durante la pandemia. A partir de este resultado se cuantifica la presión adicional sobre la oferta laboral y el desempleo que implicaría la total reapertura de estos servicios. Se estima que entre 159.000 y 205.000 mujeres regresarían a participar al mercado laboral, lo cual se traduciría en un aumento de la tasa global de participación entre 0,4 y 0,51 pp. En general, el efecto de este movimiento sobre el desempleo sería pequeño

    Recuperación gradual del mercado laboral y efectos de la crisis sanitaria sobre las firmas formales

    Get PDF
    A pesar de que las cifras de empleo de agosto registraron una notoria recuperación de la ocupación nacional, el mercado laboral colombiano continúa fuertemente deteriorado como consecuencia de la pandemia por el Covid-19. Este deterioro ha sido particularmente fuerte en las ciudades, las cuales en su mayoría mantienen tasas de desempleo (TD) históricamente altas, y para la población femenina y los menores de 25 años. Respecto a la recuperación de la ocupación, esta ha sido liderada por el segmento no asalariado y el informal en las áreas urbanas, lo que apuntaría a una recomposición del empleo hacia segmentos con menor estabilidad de ingresos. En cuanto a los ingresos laborales, para los asalariados los ajustes en salarios han sido leves, mientras que los ingresos de los no asalariados han sufrido fuertes contracciones, tanto por el número de horas como por la remuneracion de cada hora trabajada. Todo esto implica un fuerte choque en el ingreso disponible para una importante proporción de hogares. Por el lado de la oferta laboral, a pesar de que la participación se sigue recuperando en los últimos meses, persiste una proporción significativa de inactivos que puede entrar al mercado laboral y presionar al alza la TD. Ante este panorama, y teniendo en cuenta los pronósticos de actividad económica, se estima que la TD nacional terminaría 2020 entre el 15,1% y el 16,9%, dejando su nivel promedio para 2020 entre el 15,9% y el 16,7%. Para 2021 se espera una caída gradual que dejaría su nivel promedio entre el 14,0% y el 16,3%. Así las cosas, la TD a finales de 2020 estaría alrededor de 4,3 puntos porcentuales (pp) por encima de su nivel consistente con una inflación estable; mientras que para 2021 se estima una brecha aún positiva, pero alrededor de 1 pp menor, en promedio. Lo anterior implica que el mercado laboral se mantendría ampliamente holgado y seguiría ejerciendo presiones a la baja en la inflación por cuenta de unos menores ajustes en los costos salariales. Como es usual, este reporte se divide en dos secciones. En la primera se examinan en detalle los principales hechos coyunturales del mercado laboral. En la segunda se analiza el impacto de la crisis sanitaria sobre las firmas formales y su empleo usando información agregada de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (PILA). Se evalúa el impacto de la crisis, dependiendo de que las industrias faciliten el distanciamiento físico, posibiliten la modalidad de teletrabajo y hayan sido restringidas por el aislamiento obligatorio. Adicionalmente, se examina si esos efectos dependen de la prevalencia de firmas pequeñas y de baja productividad. Los resultados indican que la crisis sanitaria efectivamente ha tenido un impacto diferente entre industrias en las dimensiones evaluadas y que la mayor reducción de firmas se ha registrado en mercados con una mayor concentración de empresas pequeñas y de baja productividad. Además, se observa que el impacto de las restricciones sectoriales fue heterogéneo y dependió del tamaño promedio de las firmas, y que entre las industrias con dificultades para realizar teletrabajo o con alta proximidad física las más afectadas fueron aquellas con firmas de baja productividad

    Ralentización de la recuperación del empleo y el mercado laboral de jóvenes

    Get PDF
    En los primeros meses de 2021 la recuperación que venía registrando el empleo total desde mediados de 2020 se detuvo. Buena parte de este fenómeno habría estado relacionado con las olas de contagio de Covid-19, que involucraron tanto respuestas de autocuidado por parte de los individuos como la implementación de medidas de restricción a la movilidad en varias ciudades para mitigar el contagio. Ambas circunstancias produjeron fuertes caídas mensuales del empleo en enero y en abril. En mayo la prolongación de la tercera ola de contagios y la situación de orden público por la que atravesó el país volvieron a limitar la recuperación del número de ocupados. En medio de este panorama, un hecho favorable lo registró el empleo asalariado y formal que, a diferencia de su contraparte no asalariada e informal, presentó crecimientos sutiles. La expansión en este segmento, que suele ser menos rápida por los mayores costos de contratación, se observa no solo en la encuesta de hogares sino también en los registros administrativos, y está favorecida por un mayor número de vacantes disponibles y tasas de separación en niveles muy bajos. Por ramas de actividad el comportamiento del empleo ha sido heterogéneo, y en la mayoría de los sectores se registran recuperaciones del empleo más lentas que las de la actividad económica, lo que ha implicado, al menos en términos contables, aumentos de la productividad laboral. Por otro lado, la salida de la inactividad se detuvo, por lo que la participación laboral se mantuvo relativamente estable en los últimos meses. Así las cosas, la incipiente recuperación del empleo y la estabilidad de la oferta laboral conllevaron a que las tasas de desempleo (TD) de mayo se ubicaran en niveles similares a lo observado en lo corrido de 2021: 15,2% y 16,5% en el total nacional y las trece ciudades, respectivamente. Al descomponer dichas tasas por grupos poblacionales se observan aún importantes disparidades, en particular en las mujeres y los jóvenes. Además, se registran tendencias ascendentes en el número de desempleados que permanecen varios meses en el desempleo y de los inactivos que transitan al desempleo. Finalmente, por el lado de los ingresos, los del segmento no asalariado urbano, los más golpeados durante la pandemia, se han seguido recuperando, y sus horas trabajadas ya casi se encuentran en los niveles previos a la pandemia. Dado lo anterior, en este reporte se estima que la TD empezará a mostrar reducciones en lo que queda de 2021, aunque moderadas. Se espera que la TD nacional se ubique en promedio en 2021 entre el 13,7% y 15%, con 14,4% como valor central, en cuyo caso cerraría el año alrededor del 13,8%. Las estimaciones de la TD de largo plazo consistente con una inflación estable (Nairu) sugieren una brecha de la TD positiva de alrededor de 2,3 puntos porcentuales (pp) para 2021, por lo que la holgura del mercado laboral continuaría, presionando a la baja la inflación vía costos salariales. Como es usual, este reporte se divide en dos secciones. En la primera se examinan en detalle los principales hechos coyunturales del mercado laboral. En la segunda se estudia la evolución reciente del mercado laboral de los jóvenes, los cuales han sido protagonistas de las manifestaciones registradas en el país durante mayo, y se analizan los efectos que han tenido programas para dinamizar la creación de empleo juvenil implementados en el pasado. En particular, se estiman los efectos de la Ley del Primer Empleo de 2010 y se recopilan los resultados encontrados en la literatura sobre el programa Jóvenes en Acción. Se encuentra que ambas políticas son complementarias y efectivas en reducir el desempleo juvenil, pero conllevan costos fiscales, los cuales requieren estrategias de financiación sostenibles. Adicionalmente, a partir de la estimación realizada, se efectúa una cuantificación aproximada de los efectos de eliminar los impuestos de nómina para los jóvenes. Este ejercicio proporciona un punto de referencia para diagnosticar los posibles efectos que el Decreto 668 de 2021, promulgado recientemente por el Gobierno, y consistente en un subsidio temporal a la nómina de nuevos empleados jóvenes, tendría sobre el desempleo juvenil

    Moderado crecimiento del empleo y la dinámica de las transiciones entre ocupados

    Get PDF
    A finales de 2021 el mercado laboral muestra signos de una recuperación lenta, a un ritmo notablemente inferior que el de la actividad económica. Con cifras desestacionalizadas de la encuesta de hogares, la creación de empleo en el agregado nacional registró una pausa en octubre y noviembre, principalmente por una contracción de la ocupación en las zonas rurales y cabeceras intermedias, mientras que el empleo de las ciudades se expandió ligeramente. Así, el número de ocupados en el país se mantiene en cerca de un millón de empleos por debajo de los niveles observados al inicio de la pandemia

    Monetary Policy Report - January 2021

    Get PDF
    Macroeconomic Summary Overall inflation (1.61%) and core inflation (excluding food and regulated items) (1.11%) both declined beyond the technical staff’s expectations in the fourth quarter of 2020. Year-end 2021 forecasts for both indicators were revised downward to 2.3% and 2.1%, respectively. Market inflation expectations also fell over this period and suggested inflation below the 3% target through the end of this year, rising to the target in 2022. Downward pressure on inflation was more significant in the fourth quarter than previously projected, indicating weak demand. Annual deceleration among the main groups of the consumer price index (CPI) was generalized and, except for foods, was greater than projected in the October report. The CPI for goods (excluding foods and regulated items) and the CPI for regulated items were subject to the largest decelerations and forecasting discrepancies. In the first case, this was due in part to a greater-than-expected effect on prices from the government’s “VAT-fee day” amid weak demand, and from the extension of some price relief measures. For regulated items, the deceleration was caused in part by unanticipated declines in some utility prices. Annual change in the CPI for services continued to decline as a result of the performance of those services that were not subject to price relief measures, in particular. Although some of the overall decline in inflation is expected to be temporary and reverse course in the second quarter of 2021, various sources of downward pressure on inflation have become more acute and will likely remain into next year. These include ample excesses in capacity, as suggested by the continued and greater-than-expected deceleration in core inflation indicators and in the CPI for services excluding price relief measures. This dynamic is also suggested by the minimal transmission of accumulated depreciation of the peso on domestic prices. Although excess capacity should fall in 2021, the decline will likely be slower than projected in the October report amid additional restrictions on mobility due to a recent acceleration of growth in COVID-19 cases. An additional factor is that low inflation registered at the end of 2020 will likely be reflected in low price adjustments on certain indexed services with significant weight in the CPI, including real estate rentals and some utilities. These factors should keep inflation below the target and lower than estimates from the previous report on the forecast horizon. Inflation is expected to continue to decline to levels near 1% in March, later increasing to 2.3% at the end of 2021 and 2.7% at year-end 2022 (Graph 1.1). According to the Bank’s most recent survey, market analysts expect inflation of 2.7% and 3.1% in December 2021 and 2022, respectively. Expected inflation derived from government bonds was 2% for year-end 2021, while expected inflation based on bonds one year forward from that date (FBEI 1-1 2022) was 3.2%.Box I. Macroeconomic Expectations: Analysis of the Monthly Survey of Economic Analyst Expectations. Authors: Hernando Vargas, Alexander Guarín, Anderson Grajales, César Anzola, Jonathan Muño

    Monetary Policy Report - April de 2021

    Get PDF
    1.1 Macroeconomic summary Economic recovery has consistently outperformed the technical staff’s expectations following a steep decline in activity in the second quarter of 2020. At the same time, total and core inflation rates have fallen and remain at low levels, suggesting that a significant element of the reactivation of Colombia’s economy has been related to recovery in potential GDP. This would support the technical staff’s diagnosis of weak aggregate demand and ample excess capacity. The most recently available data on 2020 growth suggests a contraction in economic activity of 6.8%, lower than estimates from January’s Monetary Policy Report (-7.2%). High-frequency indicators suggest that economic performance was significantly more dynamic than expected in January, despite mobility restrictions and quarantine measures. This has also come amid declines in total and core inflation, the latter of which was below January projections if controlling for certain relative price changes. This suggests that the unexpected strength of recent growth contains elements of demand, and that excess capacity, while significant, could be lower than previously estimated. Nevertheless, uncertainty over the measurement of excess capacity continues to be unusually high and marked both by variations in the way different economic sectors and spending components have been affected by the pandemic, and by uneven price behavior. The size of excess capacity, and in particular the evolution of the pandemic in forthcoming quarters, constitute substantial risks to the macroeconomic forecast presented in this report. Despite the unexpected strength of the recovery, the technical staff continues to project ample excess capacity that is expected to remain on the forecast horizon, alongside core inflation that will likely remain below the target. Domestic demand remains below 2019 levels amid unusually significant uncertainty over the size of excess capacity in the economy. High national unemployment (14.6% for February 2021) reflects a loose labor market, while observed total and core inflation continue to be below 2%. Inflationary pressures from the exchange rate are expected to continue to be low, with relatively little pass-through on inflation. This would be compatible with a negative output gap. Excess productive capacity and the expectation of core inflation below the 3% target on the forecast horizon provide a basis for an expansive monetary policy posture. The technical staff’s assessment of certain shocks and their expected effects on the economy, as well as the presence of several sources of uncertainty and related assumptions about their potential macroeconomic impacts, remain a feature of this report. The coronavirus pandemic, in particular, continues to affect the public health environment, and the reopening of Colombia’s economy remains incomplete. The technical staff’s assessment is that the COVID-19 shock has affected both aggregate demand and supply, but that the impact on demand has been deeper and more persistent. Given this persistence, the central forecast accounts for a gradual tightening of the output gap in the absence of new waves of contagion, and as vaccination campaigns progress. The central forecast continues to include an expected increase of total and core inflation rates in the second quarter of 2021, alongside the lapse of the temporary price relief measures put in place in 2020. Additional COVID-19 outbreaks (of uncertain duration and intensity) represent a significant risk factor that could affect these projections. Additionally, the forecast continues to include an upward trend in sovereign risk premiums, reflected by higher levels of public debt that in the wake of the pandemic are likely to persist on the forecast horizon, even in the context of a fiscal adjustment. At the same time, the projection accounts for the shortterm effects on private domestic demand from a fiscal adjustment along the lines of the one currently being proposed by the national government. This would be compatible with a gradual recovery of private domestic demand in 2022. The size and characteristics of the fiscal adjustment that is ultimately implemented, as well as the corresponding market response, represent another source of forecast uncertainty. Newly available information offers evidence of the potential for significant changes to the macroeconomic scenario, though without altering the general diagnosis described above. The most recent data on inflation, growth, fiscal policy, and international financial conditions suggests a more dynamic economy than previously expected. However, a third wave of the pandemic has delayed the re-opening of Colombia’s economy and brought with it a deceleration in economic activity. Detailed descriptions of these considerations and subsequent changes to the macroeconomic forecast are presented below. The expected annual decline in GDP (-0.3%) in the first quarter of 2021 appears to have been less pronounced than projected in January (-4.8%). Partial closures in January to address a second wave of COVID-19 appear to have had a less significant negative impact on the economy than previously estimated. This is reflected in figures related to mobility, energy demand, industry and retail sales, foreign trade, commercial transactions from selected banks, and the national statistics agency’s (DANE) economic tracking indicator (ISE). Output is now expected to have declined annually in the first quarter by 0.3%. Private consumption likely continued to recover, registering levels somewhat above those from the previous year, while public consumption likely increased significantly. While a recovery in investment in both housing and in other buildings and structures is expected, overall investment levels in this case likely continued to be low, and gross fixed capital formation is expected to continue to show significant annual declines. Imports likely recovered to again outpace exports, though both are expected to register significant annual declines. Economic activity that outpaced projections, an increase in oil prices and other export products, and an expected increase in public spending this year account for the upward revision to the 2021 growth forecast (from 4.6% with a range between 2% and 6% in January, to 6.0% with a range between 3% and 7% in April). As a result, the output gap is expected to be smaller and to tighten more rapidly than projected in the previous report, though it is still expected to remain in negative territory on the forecast horizon. Wide forecast intervals reflect the fact that the future evolution of the COVID-19 pandemic remains a significant source of uncertainty on these projections. The delay in the recovery of economic activity as a result of the resurgence of COVID-19 in the first quarter appears to have been less significant than projected in the January report. The central forecast scenario expects this improved performance to continue in 2021 alongside increased consumer and business confidence. Low real interest rates and an active credit supply would also support this dynamic, and the overall conditions would be expected to spur a recovery in consumption and investment. Increased growth in public spending and public works based on the national government’s spending plan (Plan Financiero del Gobierno) are other factors to consider. Additionally, an expected recovery in global demand and higher projected prices for oil and coffee would further contribute to improved external revenues and would favor investment, in particular in the oil sector. Given the above, the technical staff’s 2021 growth forecast has been revised upward from 4.6% in January (range from 2% to 6%) to 6.0% in April (range from 3% to 7%). These projections account for the potential for the third wave of COVID-19 to have a larger and more persistent effect on the economy than the previous wave, while also supposing that there will not be any additional significant waves of the pandemic and that mobility restrictions will be relaxed as a result. Economic growth in 2022 is expected to be 3%, with a range between 1% and 5%. This figure would be lower than projected in the January report (3.6% with a range between 2% and 6%), due to a higher base of comparison given the upward revision to expected GDP in 2021. This forecast also takes into account the likely effects on private demand of a fiscal adjustment of the size currently being proposed by the national government, and which would come into effect in 2022. Excess in productive capacity is now expected to be lower than estimated in January but continues to be significant and affected by high levels of uncertainty, as reflected in the wide forecast intervals. The possibility of new waves of the virus (of uncertain intensity and duration) represents a significant downward risk to projected GDP growth, and is signaled by the lower limits of the ranges provided in this report. Inflation (1.51%) and inflation excluding food and regulated items (0.94%) declined in March compared to December, continuing below the 3% target. The decline in inflation in this period was below projections, explained in large part by unanticipated increases in the costs of certain foods (3.92%) and regulated items (1.52%). An increase in international food and shipping prices, increased foreign demand for beef, and specific upward pressures on perishable food supplies appear to explain a lower-than-expected deceleration in the consumer price index (CPI) for foods. An unexpected increase in regulated items prices came amid unanticipated increases in international fuel prices, on some utilities rates, and for regulated education prices. The decline in annual inflation excluding food and regulated items between December and March was in line with projections from January, though this included downward pressure from a significant reduction in telecommunications rates due to the imminent entry of a new operator. When controlling for the effects of this relative price change, inflation excluding food and regulated items exceeds levels forecast in the previous report. Within this indicator of core inflation, the CPI for goods (1.05%) accelerated due to a reversion of the effects of the VAT-free day in November, which was largely accounted for in February, and possibly by the transmission of a recent depreciation of the peso on domestic prices for certain items (electric and household appliances). For their part, services prices decelerated and showed the lowest rate of annual growth (0.89%) among the large consumer baskets in the CPI. Within the services basket, the annual change in rental prices continued to decline, while those services that continue to experience the most significant restrictions on returning to normal operations (tourism, cinemas, nightlife, etc.) continued to register significant price declines. As previously mentioned, telephone rates also fell significantly due to increased competition in the market. Total inflation is expected to continue to be affected by ample excesses in productive capacity for the remainder of 2021 and 2022, though less so than projected in January. As a result, convergence to the inflation target is now expected to be somewhat faster than estimated in the previous report, assuming the absence of significant additional outbreaks of COVID-19. The technical staff’s year-end inflation projections for 2021 and 2022 have increased, suggesting figures around 3% due largely to variation in food and regulated items prices. The projection for inflation excluding food and regulated items also increased, but remains below 3%. Price relief measures on indirect taxes implemented in 2020 are expected to lapse in the second quarter of 2021, generating a one-off effect on prices and temporarily affecting inflation excluding food and regulated items. However, indexation to low levels of past inflation, weak demand, and ample excess productive capacity are expected to keep core inflation below the target, near 2.3% at the end of 2021 (previously 2.1%). The reversion in 2021 of the effects of some price relief measures on utility rates from 2020 should lead to an increase in the CPI for regulated items in the second half of this year. Annual price changes are now expected to be higher than estimated in the January report due to an increased expected path for fuel prices and unanticipated increases in regulated education prices. The projection for the CPI for foods has increased compared to the previous report, taking into account certain factors that were not anticipated in January (a less favorable agricultural cycle, increased pressure from international prices, and transport costs). Given the above, year-end annual inflation for 2021 and 2022 is now expected to be 3% and 2.8%, respectively, which would be above projections from January (2.3% and 2,7%). For its part, expected inflation based on analyst surveys suggests year-end inflation in 2021 and 2022 of 2.8% and 3.1%, respectively. There remains significant uncertainty surrounding the inflation forecasts included in this report due to several factors: 1) the evolution of the pandemic; 2) the difficulty in evaluating the size and persistence of excess productive capacity; 3) the timing and manner in which price relief measures will lapse; and 4) the future behavior of food prices. Projected 2021 growth in foreign demand (4.4% to 5.2%) and the supposed average oil price (USD 53 to USD 61 per Brent benchmark barrel) were both revised upward. An increase in long-term international interest rates has been reflected in a depreciation of the peso and could result in relatively tighter external financial conditions for emerging market economies, including Colombia. Average growth among Colombia’s trade partners was greater than expected in the fourth quarter of 2020. This, together with a sizable fiscal stimulus approved in the United States and the onset of a massive global vaccination campaign, largely explains the projected increase in foreign demand growth in 2021. The resilience of the goods market in the face of global crisis and an expected normalization in international trade are additional factors. These considerations and the expected continuation of a gradual reduction of mobility restrictions abroad suggest that Colombia’s trade partners could grow on average by 5.2% in 2021 and around 3.4% in 2022. The improved prospects for global economic growth have led to an increase in current and expected oil prices. Production interruptions due to a heavy winter, reduced inventories, and increased supply restrictions instituted by producing countries have also contributed to the increase. Meanwhile, market forecasts and recent Federal Reserve pronouncements suggest that the benchmark interest rate in the U.S. will remain stable for the next two years. Nevertheless, a significant increase in public spending in the country has fostered expectations for greater growth and inflation, as well as increased uncertainty over the moment in which a normalization of monetary policy might begin. This has been reflected in an increase in long-term interest rates. In this context, emerging market economies in the region, including Colombia, have registered increases in sovereign risk premiums and long-term domestic interest rates, and a depreciation of local currencies against the dollar. Recent outbreaks of COVID-19 in several of these economies; limits on vaccine supply and the slow pace of immunization campaigns in some countries; a significant increase in public debt; and tensions between the United States and China, among other factors, all add to a high level of uncertainty surrounding interest rate spreads, external financing conditions, and the future performance of risk premiums. The impact that this environment could have on the exchange rate and on domestic financing conditions represent risks to the macroeconomic and monetary policy forecasts. Domestic financial conditions continue to favor recovery in economic activity. The transmission of reductions to the policy interest rate on credit rates has been significant. The banking portfolio continues to recover amid circumstances that have affected both the supply and demand for loans, and in which some credit risks have materialized. Preferential and ordinary commercial interest rates have fallen to a similar degree as the benchmark interest rate. As is generally the case, this transmission has come at a slower pace for consumer credit rates, and has been further delayed in the case of mortgage rates. Commercial credit levels stabilized above pre-pandemic levels in March, following an increase resulting from significant liquidity requirements for businesses in the second quarter of 2020. The consumer credit portfolio continued to recover and has now surpassed February 2020 levels, though overall growth in the portfolio remains low. At the same time, portfolio projections and default indicators have increased, and credit establishment earnings have come down. Despite this, credit disbursements continue to recover and solvency indicators remain well above regulatory minimums. 1.2 Monetary policy decision In its meetings in March and April the BDBR left the benchmark interest rate unchanged at 1.75%.Box 1. The Transmission of Changes in the Monetary Policy Interest Rate (MPR) to Credit Institutions’ Interest Rates (CI). Authors: Isleny Carranza Amortegui, Deicy Cristiano Botia, Eliana González Molano, Carlos Huertas CamposBox 2. Analysis of Macroeconomic Expectations implicit in Financial Market Instruments. Authors: Hernando Vargas, Alexander Guarín, Anderson Grajales-Olarte, Jonathan Muño
    corecore