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    Elecciones generales y élites políticas en el Cádiz de la crisis de la Restauración (1910-1923)

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    Esta tesis doctoral pretende investigar la crisis del sistema político de la Restauración en la provincia de Cádiz, a través del análisis de las siete elecciones generales que se celebran entre 1910 y 1923. Lo que se pone en evidencia a través de esta investigación de sociología electoral es la creciente fragmentación de los partidos políticos que sostenían a la monarquía de Alfonso XIII, la debilidad de las fuerzas "marginadas" del sistema, como el republicanismo, para levantar una alternativa política y una dialéctica territorial casi siempre fragmentada en los momentos previos a los comicios, por la necesidad de los "caciques" provinciales de tener que dar satisfacción a los intereses locales o comarcales de las fracciones políticas que les respaldabanThis doctoral thesis aims to investigate the crisis of the political System of the "Restauración" in the province of Cadiz, through the analysis of the seven general elections held between 1910 and 1923. What becomes evident through this research of electoral sociology is the growing fragmentation of the political parties that supported the monarchy of Alfonso XIII, the weakness of the forces "marginalized from the system, such as the republicans, to raise a political alternative and a territorial dialectic almost always fragmented in the moments before the elections, due to the neeed of the provincial "caciques" to have to satisfy the local or regional interests of the political factions that supported them. The work is completed with the reconstruction of the political biographies of all the parliamentarians who were elected by the province in this period, both to Congress and the Senate, in all these electoral processe

    Historia de la investigación del romancero en la tradición moderna en Andalucía

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    Falta palabras claveEl Romancero de tradición oral es el conjunto de baladas más rico del mundo occidental que ha sido capaz de sobrevivir desde la Edad Media hasta hoy. Esta poesía, cantada generalmente por las gentes iletradas que lo han transmitido de generación en generación, se ha convertido en una de las expresiones poéticas más genuinas de la extensa comunidad hispánica, de la que, en los últimos años, los especialistas del género, repartidos por todo el mundo, han iniciado la tarea casi imposible de completar el gran mapa romancístico panhispánico y de perfilar los rasgos diferenciales de cada zona. Desde los comienzos de la década de 1980, participa en esta titánica empresa el grupo andaluz de investigación del Romancero, formado por los componentes del “Área de Literatura Oral” de la Fundación Machado y los miembros del equipo “Romancero de la Tradición Moderna en Andalucía” de las Universidades de Sevilla y Cádiz, del que formé parte en sus inicios, y que, dirigidos por el profesor Pedro M. Piñero Ramírez, ha llevado a cabo el proyecto de recuperación, transcripción, ordenación, archivo y publicación de este valioso material romancístico. En 1983, cuando cursaba el cuarto curso de licenciatura en la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla, asistía a la primera reunión que organizaba el profesor Piñero en el Departamento de Literatura Española con los componentes del que entonces se denominaba “Seminario de Estudios del Romancero de Andalucía Occidental”. Su entusiasmo pronto contagió a todos los que formábamos entonces el equipo, y nos animaba a descubrir y estudiar el romancero y la lírica popular, que siempre han estado relegados y a la sombra de la literatura culta y escrita como si fueran manifestaciones vulgares sin ningún valor, y, por esto, olvidados en los programas de los cursos universitarios. Precisamente esta consideración tan negativa de los géneros tradicionales se debe, en parte, a una falta de conocimiento de esta poesía que convive en la memoria colectiva, por lo que su recuperación y estudio son imprescindibles para comprender cómo este impresionante patrimonio inmaterial ha superado el paso de los siglos y todavía vive como patrimonio de los pueblos hispánicos. Fue entonces cuando descubrí que esas cancioncillas que cantaba jugando a la rueda en el patio del recreo del colegio o en la cena de Nochebuena con mi familia eran romances. Santa Catalina, La doncella guerrera, Don gato o Las doce palabras retorneadas forman parte del romancero infantil que don Ramón Menéndez Pidal ha señalado como el último eslabón de la cadena tradicional del romancero en sus numerosos trabajos sobre el género: “Donde ya todo el romancero está olvidado, quedan aún los niños cantando su pequeño repertorio. La última transformación de un romance y su último éxito es el llegar a convertirse en un juego de niños” . Los romances no solo forman parte de mis primeros recuerdos, sino que además, desde la década de los ochenta hasta ahora, el Romancero ha ocupado una buena parte de mis estudios y trabajos que he ido publicando a lo largo de todos estos años. Primero participé en alguna de las encuestas colectivas que se realizaron en aquellos primeros años del Seminario y en la transcripción y ordenación del material que poco a poco se iba recopilado. Estos trabajos y la asignatura que sobre el Romancero impartía el profesor Piñero dentro del programa de los cursos de doctorado me permitieron conocer de cerca la tradición oral y poder llevar a cabo una encuesta en Chipiona, que tuvo una orientación académica, cuyo corpus de romances y canciones líricas obtenido en la localidad gaditana y su estudio presenté como tesis de licenciatura en junio de 1986. Al año siguiente, participaría con una comunicación, que daba cuenta de lo realizado por el grupo de investigación hasta ese momento, en el IV Coloquio Internacional del Romancero, organizado por la Fundación Machado con la colaboración del Seminario Menéndez Pidal; y, posteriormente, colaboraría en las I Jornadas de Literatura de Tradición Oral, organizadas por Centro de Profesorado de Jerez de la Frontera en la colaboración de la FM, y en el II Congreso Internacional “Lyra minima” en la Universidad de Alcalá de Henares, celebrados en 1998. Atendiendo a la situación en que se encuentra actualmente la investigación del Romancero de la tradición oral en Andalucía, que se puede calificar de periodo histórico por los espectaculares resultados obtenidos en el conocimiento y en los estudios realizados en las últimas décadas, el profesor Piñero me propuso reconstruir detalladamente el papel que ha desempeñado esta gran zona en las distintas etapas por las que ha pasado este género, desde que surgiera en los primeros decenios del siglo XIX, que presento en este trabajo

    Las órdenes religiosas en Gibraltar y su Campo (siglos XIV-XX): fuentes historiográficas y documentales

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    Programa de Doctorado en Historia de América Latina. Mundos IndígenasLas órdenes religiosas implantadas en Gibraltar, y después en su Campo, nunca han sido motivo o tema concreto de un ensayo histórico o una monografía. Sí encontramos, sin embargo, multitud de estudios que desde la perspectiva de la historia local o la de la historia de las órdenes religiosas han tratado aspectos parciales de la historia de estos cuatro conventos. Será a partir del siglo XVII cuando, en el marco del gran el desarrollo experimentado por la historiografía local andaluza, aparezcan las primeras descripciones corográficas de Gibraltar y los primeros relatos que tengan a la propia ciudad y a sus habitantes como sujeto del discurso histórico. En ellos podemos encontrar capítulos completos o parte de ellos dedicados a la fundación de las instituciones conventuales junto a noticias sobre sus frailes y monjas célebres y eminentes. En el caso de Gibraltar será el jurado don Alonso Hernández del Portillo el autor de la Historia de la muy noble y más leal ciudad de Gibraltar, obra compuesta en la primera década de aquel siglo que fue anotada y glosada durante las dos décadas siguiente por si hijo don Tomás de Portillo, autor a su vez de una Historia de los santos de Gibraltar editada en Sevilla en 1634, obra perdida de la que se ha conservado parte del manuscrito original en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Ambos autores, fundamentalmente el primero, establecieron el discurso histórico sobrelos conventos, frailes y monjas de Gibraltar; discurso que en el caso concreto de las fundaciones y primeros progresos prácticamente se ha mantenido inalterado hasta nuestros días, sin que se hayan producido novedades sustanciales. Ya en el siglo XVIII López de Ayala en su Historia de Gibraltar de 1782 añadió al relato del abandono de los conventos y ermitas, su ocupación por los ingleses y la posterior salida y rescate de las alhajas litúrgicas, libros sacramentales de la parroquial e imágenes devocionales, así como su traslación a San Roque, donde se restableció la vida parroquial. Sin embargo, en ese relato echamos en falta noticias sobre el estado de la vida conventual en las primeras décadas del XVIII, así como sobre su restablecimiento en las nuevas poblaciones del Campo de Gibraltar. El mismo silencio se advierte en la historiografía del XIX que usa como principales fuentes historiográficas a don Ignacio López de Ayala y, a través de éste, al jurado don Alonso Hernández del Portillo. Aunquelas cuatro instituciones conventuales procedentes de Gibraltar pervivieron en el Campo hasta el siglo XIX: los mercedarios en el convento de Algeciras, los franciscanos en el hospicio de San Roque, las clarisas de Gibraltar diseminadas en los conventos de la provincia franciscana de Andalucía y los hospitalarios de San Juan de Dios administrando sus rentas desde el convento de Medina; a pesar ello, como decimos, su aparición en los discursos histórico s locales es meramente anecdótica, repetitiva o, en algún caso como el de los hospitalarios, inexistente. Posiblemente la razón sea que dicha historiografía local elevó el discurso sobre el pasado desde Gibraltar a asunto de interés político nacional en el marco de la reivindicación de la soberanía sobre la plaza y, por tanto, descuidó la realidad surgida en el Campo de Gibraltar después de 1704 y siguió anclada en el pasado español de la ciudad perdida. Así, mientras en los discursos histórico reivindican un pasado que nos muestran una ciudad fosilizada, los relatos de viajes del XIX nos muestran un emporio comercial que se desarrolla al calor del presidio militar, donde el espacio urbano, arrasado por la artillería franco-española durante el Gran Asedio de 1782, se transforma progresivamente en la que conviven bajo la tolerancia británica distintas confesiones que levantan sus propios edificios religiosos al tiempo que desaparecen los conventos y ermitas que conferían a Gibraltar la fisionomía propia de una ciudad conventual hispánica. Durante la primera mitad del XX observamos la misma inercia historiográfica, más interesada en la reivindicación política que en la renovación del discurso en base a la revisión o en la búsqueda de nuevas fuentes. Habrá que esperar a la segunda mitad del siglo para se produzca una verdadera revolución metodológica en base a la puesta en valor de los fondos documentales locales: la documentación parroquial, la documentación diocesana, la documentación notarial, la documentación municipal y, finalmente, la edición y difusión de las fuentes historiográficas. Esta revalorización de las fuentes ha permitido la renovación de los estudios locales, focalizados fundamentalmente a través del Instituto de Estudios Campogibraltareños y de su publicación periódica Almoraina, aunque de momento no han aparecido estudios parciales ni generales de enjundia sobre las instituciones conventuales que tome como base de estudios estos fondos documentales. En paralelo a las corrientes historiográficas esbozadas en el punto anterior, desde el siglo XVI las órdenes religiosas desarrollan su propio discurso historiográfico sobre sus orígenes y progresos, en los que inevitablemente se aborda el de los conventos de Gibraltar. Los resultados son desiguales; los franciscanos no hallan noticias anteriores al primer tercio de aquel siglo, sin poder decir mucho sobre la época de los conventuales. Las clarisas no dejaron historia escrita. Da la impresión que los mercedarios silencian las verdaderas circunstancias de su fundación y otorgan todos los méritos a fray Juan Bernal, de cuya intervención no pueden hallarse evidencias documentales algunas, a pesar deello, la tradición historiográfica que no llegó a imprimirse y se mantiene manuscrita proporciona sustanciosas noticias al respecto. Por su parte, la historiografía hospitalaria recogió algunas noticias una vez que el convento ya había desaparecido. Es necesario hacer constar la particularidad de que sólo López de Ayala en su Historia de Gibraltar de 1782 recurrió a estas fuentes producidas por las órdenes religiosas, discurriendo antes y después de él la corriente historiográficalocal y la que abordó la cuestión diplomática de Gibraltar en paralelo a la producción historiográfica de las órdenes religiosas, pero ignorándose mutuamente. Los cuatro conventos que existieron en Gibraltar entre los siglos XV y XVIII generaron un considerable volumen de documentos que, hasta el momento no ha sido usado para la indagación histórica, ni de los propios conventos ni la ciudad de Gibraltar y el Campo de Gibraltar. En cierta forma, se ha asumido por la historiografía local que los fondos documentales locales se perdieron en las primeras décadas del XVIII, destruida por los habitantes que vivían bajo dominio británico o incluso por estas propias autoridades, y que sólo una parte reducida de la documentación notarial y municipal pudo salvarse al ser trasladada por particulares a las nuevas poblaciones del Campo, donde fueron depositadas y protocolizadas. Esto es verdad sólo en parte y en el caso de los conventos puede aplicarse a la documentación procedente del convento de San Francisco. Sin embargo, los mercedarios salvaron todo su archivo y biblioteca, que luego depositaron en el convento que fundaron en Algeciras en la tercera década del XVIII, terminando sus fondos documentales en el Archivo Histórico Nacional tras la desamortización del XIX. Algo parecido ocurre con la documentación del convento de San Juan de Dios; una parte de los papeles de su archivo terminó en el convento de Medina Sidonia, desde donde se siguieron administrando las propiedades y censos que el convento calpense conservaba en el Campo y también tras la desamortización pasaron a formar parte de los fondos del Archivo Histórico Nacional; además, con este fin administrativo, un buen número de escrituras se protocolar izaron en San Roque y hoy se hallan en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz. En el caso de las clarisas, mientars las monjas fueron alojadas en diversos conventos de la Provincia Bética franciscana, su hacienda fue administranda durante el siglo XVIII y XIX desde el hospicio masculino de San Roque, generándose un considerable volumen de documentos que se añadieron al archivo conventual que se había formado durante los siglos XVI y XVII; a estos, se unió la documentación procedente de los pleitos soportados contra el cabildo de San Roque y contra los canónigos de la iglesia gaditana, que pugnaban por hacerse con el patrimonio de las monjas. Como en los dos casos anteriores, una gran parte de los documentos acabó en el Archivo Histórico Nacional y otra, tras la restauración de la provincia franciscana de Andalucía a finales del XIX, en el archivo provincial del convento de Loreto (Espartinas). Otro fondo documental importante es el depositado en el Archivo Histórico Diocesano de Cádiz, con la ventaja de hallarse catalogado y descrito por don Pablo Antón Solé. No se trata de documentos generados por las propias órdenes, sino que, en general, se trata de pleitos criminales, civiles y autos varios en los que los frailes y monjas de Gibraltar se hallan involucrados, lo que nos ofrece una visión, quizá sesgada por su naturaleza litigiosa, de la vida cotidiana conventual y de sus relaciones con la vecindad y el clero secular de Gibraltar. Del mismo tipo es la documentación que podemos hallar en la real Chancillería de Granada. Además de los dos grandes conjuntos documentales del archivo Histórico Nacional y el Archivo Histórico Diocesano de Cádiz, contamos con otros fondos menores, en cantidad y calidad, en la Real Chancillería de Granada, Archivo Parroquial de Santa María Coronada en San Roque, y otros que se detallan en la relación adjunta. Dividiremos nuestro estudio en tres partes. En la primera, consideramos conveniente hacer un análisis exhaustivo de las fuentes historiográficas y documentales expuestas más arriba. Serán el punto de partida para la segunda parte de nuestro estudio, en la que pretendemos exponer el origen, desarrollo en el Gibraltar de los siglos XV al XVII, su reubicación en las nuevas poblaciones surgidas en el Campo de Gibraltar en el siglo XVIII y, finalmente su extinción el XIX, mas algún caso de restauración en el siglo XX.En este empeño, intentaremos conjugar las dos tradiciones historiográficas antes expuesta, la local y la conventual, que, como hemos dicho, han discurrido en paralelo, pero sin cruzarse ni alimentarse mutuamente desde los siglos XVII al XXI. Intentaremos abordar no sólo la historia interna de las cuatro instituciones, sino también su influjo en la sociedad gibraltareña y campogibraltareña desde varias perspectivas: devocional, urbanística, económica, entre otras. Por último, en la tercera parte exponemos un amplio apéndice documental y la transcripción de algunas producciones historiográficas inéditas.Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Departamento de Geografía, Historia y FilosofíaPostprin

    Discursos y percepciones en torno a la naturaleza protegida. El Parque natural del Estrecho

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    Definir espacios naturales protegidos no es una tarea sencilla. Hemos asistido a una explosión sin precedentes de los mismos, que afecta tanto a su número como a su extensión territorial. Desde un prisma institucional podemos afirmar que es una demarcación administrativa, establecida con la finalidad de favorecer la conservación de la naturaleza, creada bajo la idea de preservar un enclave o una porción de la naturaleza que se considera privilegiada. Sin embargo, fuera de este prisma, asumimos que las áreas protegidas conllevan procesos complejos que entran en conflicto con la reduccionista interpretación medioambiental. Ésta afecta tanto al territorio como a sus habitantes, regulando la ‘naturaleza’, criminalizando determinadas prácticas y potenciando otras, supuestamente mejores, aparentemente sostenibles. Nuestra intención ha consistido en acercarnos a la complejidad de la protección de la naturaleza desde distintos discursos y agentes. Tejiendo un dialogo a distintos niveles: - Abordando elementos que van más allá de los contenidos conservacionistas. - Identificando a los diferentes agentes y colectivos que forman parte del Parque Natural del Estrecho - Viendo cómo se articulan los diferentes discursos y prácticas. - Prestando especial atención a las distintas prácticas locales que han configurado socio-históricamente dicho enclav

    La institución del almirantazgo en la península ibérica: Castilla y Portugal, una perspectiva comparada

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    El almirantazgo fue una de las grandes instituciones de la Baja Edad Media peninsular. Su configuración supone todo una transformación de los modelos de gestión de los asuntos navales en aquellos reinos en los cuales se implementó. Con orígenes sicilianos, su pronta expansión por el Mediterráneo Occidental demuestra la idoneidad de dicho oficio y su éxito en la resolución de conflictos marítimos. Castilla y Portugal fueron ambas creadoras de sendos almirantazgos, los cuales, gracias a la proximidad y parentesco institucional, legal y cultural entre ambas coronas, fueron influidos el uno por el otro. La trayectoria de ambas instituciones es indisoluble, unidas por el origen común y los permanentes contactos entre dichas monarquías peninsulares. La comparación entre ambas arroja luz sobre la trayectoria de ambos reinos, Castilla y Portugal, y sus relaciones durante los siglos XIII-XVI, así como el tratamiento de los asuntos navales por los diferentes monarcas que ocuparon el trono en dicho período. Se busca demostrar que la decadencia formal de la institución responde a los cambios estructurales de finales de la Edad Media, la superación de modelos pasados y el cambio de paradigma. Mediante la comparación se enriquece la perspectiva sobre los cambios bajomedievales y los temas marítimos de dicha época, realizando un recorrido por la evolución de la propia institución, protagonista en ocasiones de dichos grandes momentos y dinámicas históricas

    El papel de la prensa en la educación científica y tecnológica

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    En una sociedad como la actual, donde la ciencia y la tecnología impregnan el día a día, resulta esencial la formación de una ciudadanía con capacidad crítica para participar en la toma de decisiones sobre cuestiones relacionadas con la ciencia y la tecnología, de forma fundamentada. La necesidad de una alfabetización no solo científica, sino también mediática e informacional de la ciudadanía, unida al grave fracaso escolar y a la falta de interés por los estudios científicos, puesta de manifiesto reiteradamente por la investigación, requieren una actuación desde diferentes ámbitos (tanto desde la educación formal como de la no reglada), con propuestas y estrategias que contribuyan a una mejor y más atractiva educación científica, propiciando actitudes favorables hacia el estudio de la ciencia. Este estudio pretende contribuir al planteamiento de estrategias para la superación de las deficiencias detectadas, tratando de dar respuesta al llamamiento que desde hace años se vienen dirigiendo a los educadores, incluyendo a los responsables de la educación “no reglada” (medios de comunicación, museos...), sobre la necesidad de que la educación preste una especial atención a la impregnación de los ciudadanos y ciudadanas en la cultura científica. Resulta esencial mostrar la potencialidad de los recursos de educación no reglada, y en particular de la prensa, para contribuir a la alfabetización científica evitando la habitual mera transmisión de conocimientos científicos y diseñando propuestas que incluyan una aproximación a la naturaleza de la ciencia y a la práctica científica y que, sobre todo, pongan el énfasis en las relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente (CTSA), con vistas a favorecer la participación ciudadana en la toma fundamentada de decisiones, y propiciar su contribución a la construcción de un presente y un futuro sostenibles. Por ello, en la investigación hemos analizado el uso de los artículos de prensa en la educación formal de la ciencia, mostrando el amplio abanico de posibilidades que presenta para contribuir a la impregnación en la cultura científica. Esta búsqueda ha permitido configurar un canon de posibles usos de la prensa (integrado por 10 propuestas) que constituye una primera aportación positiva de este trabajo y que ha servido como punto de partida para profundizar en la utilización de la prensa en el aula. En segundo lugar, mediante una serie de diseños convergentes, se ha analizado el uso de las posibilidades de la prensa, expuestas en el canon, en la educación en ciencias, poniendo de manifiesto la escasa atención que la enseñanza y la propia investigación en didáctica de las ciencias presta a las diferentes propuestas. Finalmente, se han diseñado y puesto en práctica propuestas de intervención para un uso adecuado de la prensa en el aula. Los primeros resultados obtenidos indican que la inclusión de la prensa es realmente útil para favorecer el interés hacia el aprendizaje de las ciencias y contribuir, de forma efectiva, a una mejor comprensión de la cultura tecnocientífica y a despertar un interés crítico del alumnado hacia la misma

    El itinerario cultural de la carrera de Indias y su arquitectura defensiva. Patrimonio, territorio y turismo cultural

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    El espíritu de aventura es la pasión de los emprendedores, donde la ambición más el riesgo en combinación con la búsqueda del éxito, bajo la incertidumbre del posible fracaso o la buena suerte de lograr el propósito final, juega el papel primordial de las grandes vivencias, de los retos y del saber gestionar las relaciones entre el éxito y el fracaso. He aquí ese espíritu de aventura con el cual se inundó esa humanidad conquistadora y avasallante que labraron el Itinerario Cultural de “la Carrera de Indias” y su Arquitectura Defensiva, en los pasados siglos XVI, XVII y XVIII. El riesgo asumido y el aval dado por el reino de España fueron decisivos para la creación de la red de comunicaciones comerciales que, por primera vez, entrañó una dinámica espacial e intangible de ida y retorno, mediante la gran movilización naval por mares y océanos, que terminó uniendo a tres continentes dejando a su paso numerosos enclaves arquitectónicos defensivos, los cuales fueron claves en la gran mecánica funcional del monopolio comercial español, así como, en la protección de sus rutas de navegación, los caminos reales y las relaciones político, administrativas y comerciales con sus posesiones en ultramar. Ante las murallas y los revellines o los baluartes y garitones que se muestran a las miradas ensoñadoras, se busca la comprensión de estas fortificaciones no sin antes dejar fluir la imaginación a tiempos pretéritos impregnados de historia. Este es el sentimiento genuino que devela el Morro, el Castillo San Cristóbal, las murallas y los baluartes del viejo San Juan de Puerto Rico, o el Castillo de San Marcos y el Fuerte Matanzas en San Agustín en la Florida, o las murallas de Cartagena de Indias y su castillo fortaleza sobre la colina de San Lázaro, o las tantas otras fortificaciones esparcidas por las geografías del Nuevo Mundo, quedándonos atrapados en los matices ocres de las sombras y la luz de un ocaso de Sol que dibujan sus perfiles contra el azul del cielo y del mar de fondo, que les sirven de telón. Es así, como las murallas, los revellines, los castillos y fortificaciones abaluartadas nos brindan el diseño de sus volúmenes arquitectónicos, cuya piel pétrea regala la visión de los sillares de piedra coralina, haciendo detener, en esa visualización perceptiva, que llena todos los sentidos ante el paisaje defensivo, testigos mudos de fragores de guerra, de corsarios, y piratas con intentos de invasión, con ello, el sentimiento oponente y pensamiento libertario hablan de heroísmos y sobrevivencia. Pero, lo que realmente asombra son sus ubicaciones estratégicas, en un entorno natural de gran belleza y pluralidad significativa, formando conjuntos urbanos y/o paisajes culturales que describen los estilos de defensa, la nueva poliorcética y el militarismo Colonial, todo lo cual, en conjunto, las hace poseedoras de una gran riqueza patrimonial. Al asomar por los garitones y troneras se percibe, en esos universos arquitectónicos defensivos, los destinos de las diversas culturas, como la criolla mestiza e indígena, o la hispana medieval y renacentista, que reflejan de manera muy clara una composición multicultural, heterogénea, compleja y dinámica, que en el presente atraen tantas actividades turísticas y excursionistas, a todas las escalas, porque son hitos atractivos para los visitantes. Motivando por si solo el desplazamiento de miles de personas para su contemplación a lo largo del tiempo, en función de su condición de Centros y Fortalezas Defensivas. Sus enclaves defensivos a lo largo de las costas del Atlántico, del Pacifico y el Caribe, están construyendo con paisajes culturales de valores singulares, de ahí que, sean un magnífico ejemplo de arquitectura militar española, único y vanguardista, fundamentado en el “arte militar” que definieron una Ruta Defensiva, preñada de una fuerte identidad hispanoamericana y en la actualidad son lo preciado del Itinerario Cultural de “la Carrera de Indias”. Todas ellas representan varios destinos históricos y patrimoniales, muy experimentados, e incluso turísticos, que lentamente se van haciendo más dinámicos en relación a otras formas turísticas, como las vinculadas a la naturaleza. En la contemporaneidad de los actuales días y a través del prisma de la memoria histórica, se concientizan la conexión legitima a un paisaje cultural de valores singulares, caracterizando y denotando una fuerte identidad etnográfica que, a través de la modernidad, solo queda admirar. Sus ejecuciones constructivas denotan brillantez en el diseño y la tecnología; basta con observar el levantamiento de los muros mediante grandes bloques de piedra coralina, todos labrados y formando sillares, igualmente, en los taludes de gruesos diámetros, funcionando como sistemas defensivos proyectados hacia el mar, pero al mismo tiempo anclados a los farallones y peñascos, tal cual gigantes pétreos y megalíticos, apañándose para confrontar las armas de fuego con gran poder de penetración, en los asedios de los piratas y corsarios ávidos de ambiciones y lujurias, impidiendo así el paso a tierra firme y defendiendo los principios de la vida. Han sido, vigilantes pétreos que se mantienen, en el tiempo y el espacio, resguardando las bahías de bolsa y las desembocaduras de ríos, donde las naves de “la Carrera de Indias” se refugiaban por ser puerto seguro. Transmitiendo, cada día, el sentir de los Ingenieros del Rey y sus constructores, quienes en cruzada arquitectónica e ingenieril dejaron plasmado, en un lenguaje claro, los novedosos conceptos del abaluartado renacentista y moderno, quedándose como huella indeleble en el Nuevo Mundo, como siembra de una nueva tecnología muy alardeada por ellos, en ese tiempo de nuevas experiencias en las geografías del territorio descubierto y recién conquistado. Dejadas como el gran legado tecnológico a las nuevas generaciones. Hoy, se impone la necesidad de redescubrirlas. Hoy debemos proponer abrir esa brecha y hacer ese contacto vital, al cual estamos invitados, y de esa forma conocer y entender sobre el pensamiento tecnológico de los ingenieros militares que pasaron al Nuevo Continente, creando ese Itinerario Cultural y su arte arquitectónico defensivo

    La cort napolitana d'Alfons el Magnànim: el context de "Curial e Güelfa"

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    La novel•la cavalleresca Curial e Güelfa, redactada en llengua catalana i en un context italià –segons una vella presumpció, que ajuden a confirmar recents investigacions– ha sigut objecte de controvèrsia per diversos fets: el fet de trobar-se només en un manuscrit, que els codicòlegs relacionen amb Toledo; el fet de presentar un català amb preferències lèxiques valencianes, però hibridat amb italianismes i apartat de l’estil literari dominant a la València de l’època; el caràcter aparentment medieval, però amb molts punts d’influència i de contacte amb l’humanisme italià, etc. La present tesi doctoral pretén resoldre aquestes controvèrsies de manera satisfactòria i més o menys conclusiva. En primer lloc, s’ha estudiat de manera exhaustiva la cort napolitana d’Alfons el Magnànim, i les biografies de més de 200 dels seus cortesans, prestant atenció especial a les relacions culturals i als interessos literaris d’aquests. De resultes d’aquest estudi, s’han biografiat més específicament alguns dels cortesans del Nàpols alfonsí directament relacionats amb el contingut, els referents culturals, l’onomàstica à clef i altres aspectes del Curial. En segon lloc, s’han estudiat totes les fonts literàries i els referents que s’han pogut documentat en la novel•la anònima, amb una important aportació de novetats, sobretot pel que fa al coneixements de fonts italianes i clàssiques, constatació que faria inexplicable la producció de l’obra a la Península Ibèrica, però que l’explica molt bé a la Península Itàlica. Finalment, s’han desxifrat els noms de tots els personatges de la ficció, els quals es relacionen d’una manera no excessivament encriptada, amb personatges reals de l’Europa de l’època, ben coneguts en l’entorn diplomàtic de la cort del rei d’Aragó. De resultes de tot aquest anàlisi primmirat, aprofitant al màxim els materials bibliogràfics (més de 6.000 referències), arxivístics (documents publicats i inèdits) i literaris (es poden reconstruir perfectament la biblioteca i les preferències de l’anònim autor del Curial), se’ns dibuixa Curial e Güelfa com una novel•la d’aparença medievalitzant (paròdia, en realitat, de l’amor cortés i els llibres de cavalleria), però molt influïda ideològicament –i metodològicament, també: una imitatio petrarquesca– per la cultura humanística italiana. Sembla ser l’obra d’algú molt ben relacionat amb l’estament cavalleresc i amb la vida curial, que s’ha format en àmbit ibèric i en la perifèria gòtica d’Europa (lírica trobadoresca, Tristany i Lançalot, etc.), però que, després d’haver viscut uns anys a Itàlia en contacte amb cenacles humanístics, ha sigut capaç d’incorporar a la seua obra un esperit jocund (facècia erudita, ironia subtil i metaliterària, paròdia, sàtira, etc.) més propi del Renaixement que de l’edat mitjana. Raó per la qual es pot definir el Curial com un text català explicable pel context italià, i catalogable com una creació literària pròpia del que els historiadors de la cultura i de la literatura italianes denominen la cavalleria umanistica. De fet, els patrons culturals sobre els quals dissenya el seu artefacte literari l’anònim escriptor no són tant els propis de la cort alfonsina de Nàpols –on en teoria s’havia de “recitar” l’obra, sembla que en un entorn confidencial– com els de l’humanisme llombard, florentí i ferrarés, al qual deu molt la novel•la
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